“100 caras, un país” se titulaba el minucioso mural que desde 2013 decoraba una de las esquinas de las calles Nueva Providencia con Lyon, en Providencia. La obra, que pertenecía al colectivo Vagabundo, fue borrada y reemplazada esta semana por otra de “brocha gorda”, de un día para otro, generando intriga y hasta molestia en algunos transeúntes.

“Una pena, nada dura para siempre. Esperemos que lo nuevo esté a la altura aunque difícil. Se cierran ciclos, se abren otros. Muchas gracias a la gente que siempre apreció este trabajo a medias que reflejó el sueño y motivación de sus creadores de querer marcar la diferencia, a puro pulso y corazón por casi dos años haciendo análogamente punto por punto, trazo por trazo”, escribió en su fanpage en Facebook el colectivo que demoró casi tres años en materializar la obra.

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Ricardo Andrés | Facebook

En su lugar, durante una noche, fue pintado en su reemplazo un grafiti, mucho más simple y menos detallista que la pieza anterior, al estilo de los dibujos que suelen irrumpir intempestivamente en las paredes de la ciudad.

De acuerdo a la Municipalidad de Providencia, la pared en cuestión pertenece a privados, por lo que el ente no pudo interferir en la decisión de borrar la obra del colectivo Vagabundo.

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@chelaaguero | Twitter

Consultado por el portal Pousta, Luis Ormazábal, uno de los autores del desaparecido mural, se refirió a la intervención que ahora es visible en la esquina de Providencia: “¿Lo que hicieron ahora? Sinceramente me parece una real mierda. No tengo nada en contra del graffiti, al contrario, yo personalmente me inicié en eso a los 14 años pintando varios murales y también viendo cómo los borraban, no es algo a lo que esté ajeno”, dijo.

El origen de “100 caras, un país” data de 2013, cuando Ormazabal junto a Eduardo Lobos comenzaron a dibujar la pieza. Lo que el público vio los últimos años fue el 60% de la obra, correspondiente al bosquejo de 100 rostros representativos de diversas ramas del arte.

“Para esto, fuimos a varios museos para empaparnos con la identidad local y autóctona de cada zona, visitamos el museo de arte precolombino, el de historia natural, etc. Buscando la inspiración de patrones, formas, texturas y todo lo que pueda ser un aporte para este proyecto”, comentó el binomio a Pousta.

“Siempre estará en los corazones de la gente que pasaba a diario y de la que aportó directa o indirectamente en este gran proyecto. Por motivos internos nunca pudimos seguir trabajando en esto pero siempre estuvo la intención. Quizás algún día cuando se vuelvan a alinear los astros aparezca otra obra magna de vagabundo, para demostrarle una vez más a las personas que querer es poder, que a base de dedicación y autogestión se pueden lograr ciertas cosas”, se despidió el colectivo a través de redes sociales.

Aquí algunos comentarios que generó el “reemplazo” de murales: