En las horas siguientes a la muerte de Heath Ledger, el 22 de enero de 2008, la prensa y los espectadores comenzaron a especular con la relación entre el deceso y su último papel como actor: el “Joker” en el filme “Batman: El caballero de la noche” de ese mismo año.

Una libreta con apuntes suyos sobre el personaje y su obsesivo comportamiento en el rodaje alimentaban el rumor.

¿Influyó este rol en la psiquis de Ledger y su posterior fallecimiento? La duda, en 2008 estaba abierta, incluso después de que un informe forense aclarara que la única causa de muerte fue una intoxicación aguda gatillada por la mezcla de fármacos (oxicodona, hidrocodona, diazepam, entre otros), en lo que se definía como una muerte accidental.

Sin embargo, para muchos el consumo irracional de medicamentos encuentra su causal en el intenso proceso actoral que utilizó Ledger dentro y fuera del set, y que ha sido acreditado por sus compañeros de reparto. El actor optaba por mantenerse caracterizado más horas de las requeridas, con el fin de ensayar su parlamento y entrar aún más al personaje. El esfuerzo, casi un año después, fue retribuido por la Academia con un Óscar póstumo a Mejor Actor Secundario Masculino.

Sus hermanas, Kate Ledger y Ashleigh Bell, que por estos días presentan en el Tribeca Film Festival el documental “I am Heath Ledger”, se dieron el tiempo para aclarar en la premiere este mito urbano, que en algo más de ocho años algunos ya lo toman por verdad.

Para la familia, por sobre cualquier rumor, era importante aclarar antes la salud mental de Heath. “En cuanto se estrenó la película fue cuando salió todo lo del Joker, no entendíamos nada”, contó Ashleigh, en declaraciones que reproduce The Telegraph. “Se empezó a decir que él estaba deprimido y que estaba pagando un alto coste, y nosotras estábamos como ‘¿qué?"”, dijo.

Kate agrega: “Estaba muy conmocionada, porque ese papel hacía que lo pasara bien (…) Era justo lo contrario. Tenía un gran sentido del humor y supongo que sólo su familia y amigos más cercanos lo sabíamos realmente. Pero él estaba pasándolo bien. No estaba deprimido por el Joker”.

Ambas concuerdan en que su participación en el filme de Christopher Nolan fue positiva y hasta reponedora para el artista. “Estaba luchando contra sus demonios internos, pero no quería ir a ningún sitio que no fuera hacia adelante”, es una de las citas del documental.