Ayer, con motivo del las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer tanto en Chile como el mundo, el cineasta local Nicolás López publicó a través de su cuenta en Facebook una reflexión sobre el rol que le ha otorgado al mundo femenino en sus películas.

En su diagnóstico, López reconoció que en el comienzo de su carrera cayó en simplismos: “Cuando hice #PromedioRojo el 2004, la guionista @cocagomez1 me dijo que sentía que el único problema de la película es que LA CHICA era un objetivo, no un personaje“.

Luego, el director relató cómo fue su ruta en la misión de abordar con originalidad los personajes femeninos de sus filmes. “Eso me quedo dando vueltas y en cada película intenté mejorar eso, tener personajes femeninos que fueran igual de potentes que mis amigas y con problemas más allá del “me quiere/no me quiere”. Básicamente, lograr ojalá el test de bechdel sin tantos rasguños“.

Ariel Levy en "Promedio Rojo" (2004)
Ariel Levy en “Promedio Rojo” (2004)

Aquí, López apuntó a su familia como eje fundamental para dar con el tono apropiado. “Con la llegada de mi hermana (que hoy tiene 18) y gracias a una mami que me sobrealimento intelectualmente, me obsesione en investigar el mundo femenino más allá de lo básico, del “objetivo”/objeto e intentar entender un universo demasiado complejo para mis míseras neuronas masculinas“.

En ese contexto, también aprovechó de abordar su último intento (y quizás el más generoso) por abarcar los conflictos y complejidades de las mujeres. “Con cada película quiero reflejar el mundo de mis amigas, colaboradoras, parejas (ya que obviamente, es muuuuucho más entretenido que el masculino). Con el tiempo, mi cine ha ido llenándose de mujeres hasta llegar a un extremo en #NoEstoyLoca con tres generaciones de mujeres y más de 10 personajes femeninos en distintas etapas de su vida. Creo que los que contamos historias, tenemos la “responsabilidad” de crear personajes que sean distintos al cliché-fantasía masculina y fabricar roles (imperfectos, dementes, divertidos, trágicos, admirables, patéticos)… con tanta variedad como… Eh… los masculinos“.

También agregó: “Yo agradezco vivir rodeado de mujeres geniales, mágicas, graciosas, sanadoras, idiotas, obsesivas, crueles (no hay mayor crueldad que la de un grupo de whatsapp de mujeres) y así un largo etc. Feliz día a todas y mejor dejo de escribir que esto ya está pareciendo canción de Arjona. Y sobre el feminismo, es muy triste que tengamos que tener un término que debería ser simplemente sentido común“.