Como un “trabajo en proceso” caracterizan sus creadores esta puesta en escena, una obra de Guillermo Calderón (“Neva”, “Clase”, “Villa + Discurso”), quienes destacan también que por primera vez el dramaturgo cede una obra, en este caso, para que la dirija Antonia Mendía.

Sobre el escenario se advierte una propuesta madura, es decir, que tiene una estructura equilibrada, un punto de vista claro, además de mostrar la potente dialéctica que han dado prestigio a las mencionadas obras de Calderón… lo que no inhibe seguir desarrollándola si es la opción del grupo.

“Beben”, algo así como “temblor”, en alemán, fue escrita a petición de la Düsseldorfer Schauspielhaus (donde se estrenó en 2012), con una referencia literaria como pie forzado: el cuento “Terremoto en Chile”, escrito en 1807 por Heinrich Von Kleist (1777-1811), poeta, dramaturgo y novelista alemán.

Según antecedentes, es “uno de los escasos escritores que tradujo a la acción el ideario que inspiraba a los románticos” y que tenía como “único objetivo, tanto en su vida pública literaria como en la privada, la búsqueda del Absoluto”.

Tal vez imaginando a Chile como un territorio extraño y fantástico, por su condición austral, volcanes y otras catástrofes, Von Kleist se inspiró en nuestro país para titular su relato.

Una base que Calderón desplazó al Chile actual (27-01-2010), con una ONG y cuatro voluntarios alemanes (que se hacen pasar por italianos) que viven en carpa y están dedicados a sacar a los niños del síndrome post traumático.

Entre ideales y frustraciones

Algo turbio esconde esta obra, con protagonistas que exhiben también altruismo y solidaridad, un contraste que la propuesta desarrolla con aristas de suspenso e incertidumbre.

El accionar del joven que oculta objetos en la carpa, la muñeca descabezada, ciertos titubeos generalizados, la angustia de la jefa del grupo…

… narrar a los niños el cuento de Von Kleist, considerado cruel y brutal, al afirmar que un terremoto traumatiza la percepción religiosa y existencial, más algo que le ocurre a uno de ellos… aluden a conflictos larvados, casi incontrolables.

Y todo deambulando entre idealización y desencanto, libertad y moralidad, racionalidad y sentimientos, con la naturaleza y su potencial telúrico como espejo.

Sin embargo, la obra se establece en lo cotidiano ya que el gran valor del relato radica en hurgar en las conductas personales y su proyección colectiva.

Antonia Mendía desata gran dinámica en los diálogos y, en el estrecho espacio del escenario, le da todo el aire posible a los desplazamientos de un elenco actoralmente equilibrado en el destaca la fuerza e intensidad corporal de Priscila Huaico.

Un relato que, ya desde la escritura, resulta escénicamente atractivo y creíble, con una ficción que atrapa la experiencia de Calderón sobre los terremotos y que comparten todos los chilenos.

Taller Siglo XX, Ernesto Pinto L. 191. Fono 2 2735 5770. Jueves 26 al Martes 31 de Enero, 21.00 horas. Entrada general $ 6.000; estudiantes y tercera edad $ 4.000. reservas@tallersiglo20.cl