El coronel (r), Sergio Arredondo, preso en la cárcel de Punta Peuco, fue autorizado por Gendarmería para visitar a su esposa antes de morir.

Arredondo, de 89 años, ingresó hace tres meses al penal tras ser condenado a 15 años y un día de presidio por el caso “Caravana de la Muerte”, donde participó en 14 secuestros y homicidios calificados en octubre de 1973, ya que era el segundo al mando de la operación.

A través de una carta, su mujer, Adriana Blanchard Gana, que padecía un cáncer pulmonar, le pedía al director nacional de Gendarmería, Tulio Arce, permitirle a su marido que la visitara para despedirse.

“Con ese castigo y a su edad, será imposible volver a verlo con vida. Yo me encuentro postrada en cama con una enfermedad terminal que me impide verlo en Punta Peuco. Después de 60 años de matrimonio y al no tener hijos le solicito hacer un gesto humanitario para que él pueda venir a verme y así descansar en paz (…). Le agradecería que acogiera mi petición y hacer de este encuentro un gesto humanitario y de misericordia”, decía la misiva, según consigna el diario El Mercurio.

La institución le permitió visitarla por una hora. El coronel en retiro llegó el pasado viernes al lecho donde ella agonizaba. Lo acompañaban seis gendarmes.

La mujer murió dos días después de esa despedida, y sus funerales se realizarán este martes en el Parque del Recuerdo.

Para Ana María Pascal, la sobrina que cuidaba de ambos ancianos, es “inhumano” que el hombre deba morir en el penal. “¿Qué posibilidad de reincidencia tiene mi tío? Lo que pasó ocurrió entre el 73 y el 74. ¿Cuál es, entonces, el sentido de su encierro hoy en ese penal cuando ya está despidiéndose de la vida a los 89 años?“, se cuestionó.