Keiko Fujimori se instaló a la cabeza de la intención de voto para al balotaje presidencial del 5 de junio en Perú, condición que aprovechó el domingo para manejar con mayor audacia y provocación un debate con su contendor, Pedro Pablo Kuczynski, quien prefirió centrarse en sus propuestas.

De acuerdo con un simulacro de votación realizado por la firma Ipsos y difundido el domingo por la noche, Fujimori, de la derechista Fuerza Popular, obtiene un 46,1% de los votos emitidos, frente a Kuczynski, de Peruanos Por el Kambio (PPK, centroderecha) que anota un 41,6%, sacando una ventaja de 4,5 puntos porcentuales. Un 12,3% votaría en blanco o viciado.

“Agradezco los resultados de esta encuesta pero las tomo con mucha prudencia”, dijo Fujimori el domingo. Con este resultado rompe el empate técnico que se había mantenido por semanas.

La candidatura de Fujimori se remeció en los últimos días por la denuncia periodística de una presunta investigación por lavado de activos que la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA) realiza al secretario general de su partido, Joaquín Ramírez, financista de su agrupación.

Ramírez, quien fue cobrador de pasajes de bus y hoy es un próspero empresario con propiedades en Estados Unidos, es investigado en Perú por lavado de activos. Decidió dejar la secretaría general para no perjudicar la campaña, aunque rechazó los cargos.

El sondeo se realizó del 19 al 20 de mayo de 2016 entre 1803 entrevistados, con un margen de error de 2,3 puntos porcentuales. Y aunque los efectos del caso Ramírez parecen no reflejarse, para el presidente de Ipsos Perú, Alfredo Torres, el tema “puede ser una bomba de efecto retardado para el fujimorismo”, ya que la prensa ha empezado a indagar el caso con mayor profundidad.

“Las denuncias pueden ser demoledoras si son muy sólidas o pueden tener un impacto inverso si la población percibe que son débiles”, agregó en una columna en el diario El Comercio.

- Ataques y propuestas -

Keiko es hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado por delitos de corrupción y lesa humanidad. En las elecciones generales del 10 de abril, obtuvo 39% de los votos, seguida por Kuczynski (21%), un economista y exfuncionario del Banco Mundial. Quedó además con la mayoría absoluta en el Congreso, 73 de 130 miembros.

El sondeo llegó horas antes del primer debate con miras al balotaje, que ambos contendores tuvieron en la ciudad de Piura, 1.000 kilómetros al norte de Lima. El encuentro priorizó temas de descentralización aunque Fujimori lo llevó hacia un terreno de críticas donde Kuczynski tardó en reaccionar.

“Keiko, desde su intervención, buscó puntos vulnerables y ataques fuertes. Llevó las cosas por donde ella quería. Kuczynski no estuvo firme y pese a que también atacó, no se mostró fuerte. Aunque se ciñó al tema técnico y tenía respuestas para todos los temas, pero eso no necesariamente se refleja en votos”, dijo Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi.

Fujimori enrostró a PPK (acrónimo de las iniciales de Kuczynski) el viaje que este realizó a Estados Unidos por más de una semana, descuidando su campaña presidencial. “Hubiese dialogado con las autoridades en vez de viajar”, le espetó.

El economista intentó recordarle que en el gobierno de Fujimori padre “hubo mucha corrupción y por eso está preso”, pero Keiko le retrucó con un verso limeño: “Cómo has cambiado, pelona”, recordándole que en 2011 él la respaldo en su primer intento fallido por conquistar la presidencia.

PPK enfatizó que reducirá impuestos y destinará parte de ellos a fortalecer la inversión en infraestructura en el interior del país, con la creación de un ministerio para tal fin.

Con calma, el economista exaltó el caso de las investigaciones de lavado de dinero contra el fujimorismo y recordó que llega al balotaje con sus dos candidatos a la presidencia, mientras que Fujimori perdió a uno -expulsado por incumplir la ley electoral al regalar víveres durante la campaña- y el que queda fue ministro del gobierno de su padre.

“En el Perú nos hemos acostumbrado a la gritería y a la farándula (…). Hay gente más tranquila”, dijo Kuczynski a la prensa, al defender su pasividad. Un segundo y último debate se realizará el 29 de mayo en Lima.