Usain Bolt, superestrella de la velocidad, envió un fuerte aviso a su rival estadounidense Justin Gatlin bajando de los diez segundos (9.98) en la prueba de 100 metros de Ostrava (República Checa) este viernes, a tres meses de los Juegos de Río.

Gatlin ha hecho 9.94 esta temporada, mientras que Bolt ha logrado 9.98. En este inicio de la temporada olímpica, aunque los cronos descienden menos rápido que el año pasado en esta época, las dos principales figuras del esprint mundial ya están codo a codo.

Y eso es en sí un indicador extremadamente bueno para Bolt. La temporada pasada en esta misma época, el sexptuple campeón olímpico no había podido correr ningún 100 metros, mientras que Gatlin tenía un 9.74.

La buena carrera de Bolt, este viernes en Ostrava, ocurrió pese a que el jamaicano llegó a la República Checa rodeado de misterio.

La culpa fue de su propio entrenador, Glen Mills, alarmista en los micrófonos de una radio a principios de semana: su pupilo sufría una “lesión en los isquiotibiales” al punto de desviarse a München, en Alemania, para que le viera el famoso médico Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt.

“Voy con seguridad a ganar en Río”

La llegada de Bolt a Praga, el miércoles, y su rueda de prensa optimista, levantaron las dudas sobre su participación en la reunión.

Le quedaba demostrar que está en forma de cara a Río, pese a un esguince en el tobillo izquierdo en enero.

Una salida correcta, una puesta en acción a mejorar, y después una segunda parte de la carrera al estilo Bolt, de mucha potencia. Sin ninguna duda, el octuple campeón del mundo del esprint estará en la lucha por un increíble triple-triple olímpico (100, 200 y 4×100 m).

Pero Bolt no se mostró “plenamente satisfecho” de su carrera. “Los primeros 50 metros fueron un poco lentos. Mi tiempo de reacción es bueno, pienso que el único problema fue mi puesta en acción, ya que no ejecuté bien lo que debía hacer, no tuve potencia en los primeros 40 metros”, analizó.

“Por tanto tuve que trabajar un poco más duro en el final para aumentar mi velocidad. Si llego a mejorar eso, todo debe ir OK”, indicó.

“Voy ciertamente a ganar en Río”, lanzó el jamaicano. “Al menos mientras todo vaya bien. ¿Entienden lo que quiero decir”, añadió con un guiño.

Bolt era la superestrella de la reunión de Ostrava. Pero la cita checa permitió a otro nombre importante del atletismo, el perchista francés Renaud Lavillenie, afirmarse.

Derrotado el sábado pasado por el estadounidense Sam Kendricks (5,88 m) en Shanghai, Lavillenie solo necesitó un salto para ganar el concurso, antes de elevar su marca del día a 5,83 metros, como en China.