Fue en el 2007 cuando Christopher Mintz-Plasse se hizo mundialmente conocido gracias a su divertido personaje en la película “Superbad”.
La cinta narra la historia de tres amigos que están a punto de comenzar su vida universitaria, y que son escogidos como los encargados de llevar el alcohol a una importante fiesta.
Debido a que Seth, Evan y Fogell eran menores de edad, este último decide comprar una licencia de conducir falsa, la que le da su nuevo nombre: McLovin. Desde aquel momento, el joven será llamado así por el resto de la cinta.
Licencia de McLovin en Superbad (2007)
La ingenuidad e inocencia de McLovin lo llevaría a protagonizar divertidas escenas, convirtiéndose en el personaje más recordado de la película.
Hoy en día Mintz-Plasse tiene 26 años, y constantemente comparte sus novedades a través de Instagram, en donde tiene más de 143 mil seguidores.
De hecho es en esta red social en donde el actor ha dado a conocer su otra gran pasión: la música. Así lo demuestran varias imágenes y videos en los que se le puede ver tocando el bajo eléctrico.
Pero además de participar en ensayos, es frecuente verlo asistiendo a shows musicales de sus artistas preferidos, como Dr Dog, Tame Impala o Incubus por ejemplo.
No obstante esa no es su único hobby, ya que además McLovin es un seguidor del fútbol, algo que puede resultar curioso si consideramos que es un deporte que está lejos de ser considerado popular en Estados Unidos.
Es más, viajó hasta Brasil para presenciar la Copa del Mundo de 2014, instancia en la que aprovechó de fotografiarse junto con algunos jugadores españoles, como Juan Mata.
Luego de su trabajo en “Superbad” -su primera cinta- siguió realizando papeles ligados a la comedia, como en “Role Models” y “Año Uno”. En 2011 interpretó a Ed en “Fright Night”, remake de la cinta del mismo nombre de 1985.
Christopher además ha puesto su voz para algunas producciones animadas, como en las dos entregas de “Cómo entrenar a tu dragón”.
Como se puede ver, a pesar de que han pasado 9 años desde el lanzamiento de “Superbad”, el querido McLovin sigue manteniendo su característica, inocente y recordada.
