Una advertencia sobre los elevados niveles de desconfianza hacia las autoridades y hacia la institucionalidad expresó este viernes la Conferencia Episcopal de Chile, pidiendo que se abran espacios al diálogo para hacer frente a este problema.

La declaración fue leída por el obispo de Melipilla, Cristián Contreras, en donde admitió la crisis de confianza afecta a la propia Iglesia y a las entidades políticas, judiciales, el empresariado, las Fuerzas Armadas y diversas instituciones que no han sabido cómo revertir este escenario desfavorable.

Incluso, señaló que esta desconfianza abarca también el proceso constituyente, que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet: “Hasta la iniciativa de participación se ve cuestionada porque en el fondo de nuestros problemas actuales subyace una profunda desconfianza”.

En el texto, los obispos identifican como responsable al dinero por la baja confianza, y la participación que éste tiene en las situaciones de conflicto que han golpeado al país en el último tiempo.

“Vivimos en desconfianza porque hemos endiosado el dinero y este verdadero ídolo aparece sonriente en la mayoría de los conflictos vigentes”, señala la declaración.

En este tema tiene una importante relevancia la alta centralización, a juicio de los prelados. “Vuelve a penar el centralismo santiaguino en desmedro de las regiones” admiten, advirtiendo que las autoridades regionales tienen un “estrecho margen de maniobra”, y que para resolver este tema “no se necesita esperar el día en que tengamos una nueva Constitución”.

“La desconfianza se supera en gran medida al vernos las caras, mejor aún, en el encuentro personal que es la base y red anterior a las redes sociales o los medios de comunicación social. La desconfianza se supera al poner rostros a nuestras discusiones y humanizar las cifras y mediciones”, señalaron.