Diversas visiones sobre la crisis regional por la marea roja surgieron en la jornada de Diálogos Ciudadanos organizada por el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Lagos, actividad donde también se sacó en limpio la necesidad de preparar mejor a la zona ante este tipo de catástrofes.

En dos bloques, biólogos, cientistas sociales, economistas, pescadores artesanales, académicos y estudiantes, analizaron la actual coyuntura, enfrascándose en debates sobre la responsabilidad del Gobierno, de las salmoneras, el cambio climático y todos los factores que han sido vinculados a la aparición de la toxina paralízante que ha desatado una crisis social en la zona.

Desde el mundo biológico, se reiteró la novedad de que la marea roja se haya presentado en mar abierto, desplazándose desde la zona austral ahora hasta la región de Los Ríos, en mar abierto, situación nunca antes vista y donde académicos de la universidad de Los Lagos trabajan coordinadamente con la Autoridad Sanitaria en los muestreos, teniendo un alto grado de certeza respecto a los moluscos contaminados, entre otros puntos.

Robert Simserdorfer, académico del Departamento de Acuicultura y Recursos Agroalimentarios de la Universidad de Los Lagos, reconoció lo delicado de la problemática, sobre todo para las familias que se dedican a la recolección del recursos del mar.

Respecto a las causas, sostuvo que el clima muestra un comportamiento anormal, lo cual podría haber generado la proliferación de las algas de la marea roja.

El académico de la Universidad de Los Lagos sostuvo que la mortandad de especies vertebradas, como lobos marinos y aves, podría deberse a que consumieron moluscos con marea roja, mientras que en el caso del varamiento de machas y jibias, podrían deberse a falta de oxigeno, misma situación que podría estar afectando a la zona norte del país.

Respecto a la vinculación de las salmoneras, Simsendorfer fue enfático en decir que no es posible comprobarlo.

En tanto, Rodrigo Marquez, director del Departamento de Ciencias Sociales de la ULA, sostuvo que se debe reconocer que existe un clima de conflicto respecto al mar, al existir al menos tres identidades: el mar como actor pristino y natural, las comunidades costeras que hacen uso de sus recursos y la industria.

Una relación que a su juicio necesita de una mayor regulación por parte del Estado, más aún en esta crisis por la marea roja.

Por ello es que sostuvo en que se necesita poner real foco en el desarrollo de estrategias que permitan enfrentar escenarios de crisis, pues no se puede desconocer que la marea roja y sus efectos sorprendieron completamente a toda la zona.

Márquez informó que los diálogos ciudadano se repetirán todos los miércoles, no sólo en la Universidad de Los Lagos, sino también en otros sectores de la ciudad, pero también en comunas de toda la región.