La oposición venezolana se manifiesta este miércoles en todo el país para exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) que acelere la activación del referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

Los manifestantes, algunos con banderas y gorras de Venezuela, se concentraron en ciudades de todos los estados venezolanos para iniciar marchas hacia las sedes regionales del CNE, resguardadas por la policía y la militarizada Guardia Nacional Bolivariana.

En Caracas, grupos de opositores esperaban salir del sector de Bello Monte, en el este, hacia la sede principal del órgano electoral, en el centro.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que controla el Parlamento, acusa al CNE de ser un aliado del gobierno y de usar “tácticas dilatorias” para evitar que el referendo se realice este año.

El pasado 3 de mayo, la MUD entregó 1,8 millones de firmas al organismo electoral para pedir la activación del referendo, aunque la ley exige poco menos de 200.000 (1% del padrón electoral), y el lunes vencía el plazo para que el CNE contara que había ese mínimo.

Rodeado de simpatizantes, el presidente de la Asamblea Nacional, el férreo antichavista Henry Ramos Allup, aseguró que la movilización pide “que sin más dilaciones se cumpla la manifestación de voluntad popular”.

La oposición exige que el CNE continúe el siguiente paso del proceso y convoque a los firmantes a validar sus rúbricas con la huella dactilar, lo cual debe hacerse en un lapso de cinco días.

La oposición quiere que el referendo se realice antes del 10 de enero, cuando se cumplen cuatro años del periodo que inició Hugo Chávez y que, tras su muerte, está completando Maduro.

Si el revocatorio ocurriera después de esa fecha y lo perdiera Maduro, la Constitución prevé que sea reemplazado por el vicepresidente. Si es antes, habría elecciones presidenciales.

Tensión en las calles

La crispación entre opositores y chavistas aumenta porque el CNE no se ha pronunciado hasta ahora sobre los resultados de esta primera fase de revisión de las planillas, que se hizo con testigos de la oposición y el oficialismo en instalaciones del CNE ubicadas en el este de Caracas.

“Esta es una movilización pacífica, constitucional, democrática, para solicitar el revocatorio. Estamos pidiendo respuesta al CNE”, afirmó el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles, quien perdió las elecciones ante Maduro por estrecho margen en 2013.

Aunque convocada por el gobierno para protestar contra una ley de vivienda aprobada por el Parlamento, los chavistas se alistan para marchar también ellos la tarde de este miércoles.

Jorge Rodríguez, titular de una comisión designada por Maduro para verificar las firmas, aseguró que la oposición no tiene permiso para marchar y advirtió que pedirá al CNE que detenga el proceso, si se presenta algún desorden o acto de violencia.

“Tenemos que estar preparados para que nos repriman los grupos violentos del gobierno que están en las puertas del CNE”, aseveró Ramos Allup, al advertir de la posibilidad de infiltrados en su manifestación para provocar violencia.

A la tensión política se suma que desde el martes cientos de policías y militares realizan una intensa operación contra la delincuencia en sectores populares de Caracas, que ya dejó nueve muertos.

¡Ni por una vía ni por otra!

Una vez que sean validadas las firmas del 1% del padrón, la oposición deberá recolectar otras cuatro millones de rúbricas, en tres días, para que el referendo sea convocado. Para revocar a Maduro el “Sí” debería lograr más de los 7,5 millones de votos con los que fue elegido el mandatario en 2013.

Maduro, elegido por seis años en abril de 2013 tras la muerte de su mentor Hugo Chávez, reiteró la noche del martes su confianza en que las intenciones de la oposición no darán fruto. “No me sacarán ni por una vía ni por otra”, afirmó al referirse al referendo y al golpe de estado que dice gestan sus adversarios.

“El gobierno es incapaz de solventar los problemas que enfrentan los venezolanos, de escasez y desabastecimiento (…) Se empeña en no reconocer la realidad, amparándose en el control que tiene sobre los poderes públicos”, afirmó el vicepresidente del Parlamento, Enrique Márquez.

Rodríguez, expresidente del CNE y actual alcalde del municipio Liberador (Caracas), Rodríguez acusó el lunes a la oposición de cometer “fraude”, pues según él “más del 11% de las planillas” que contienen las firmas “están incompletas”.

“No les dan ni las firmas ni los tiempos”, sentenció Rodríguez, al considerar que la consulta popular no podría realizarse este año.