Fairview Lawn es un cementerio ubicado en Nueva Escocia, Canadá, donde yacen 121 víctimas del desastre del Titanic, ocurrido el 14 de abril de 1912. Todas ellas cuentan con una lápida con su nombre y fecha de muerte, sin embargo, hasta el día de hoy existe un grupo que no ha sido identificado.
Una de estas tumbas, sin embargo, se ha convertido prácticamente en una visita obligada para quienes están de paso en el lugar, debido a una extraña coincidencia. Se trata del sepulcro de un hombre llamado J. Dawson, quien durante 85 años pasó desapercibido, pero que tras el estreno de la película Titanic en 1997 se transformó en una gran atracción.
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La inscripción de la tumba hizo pensar a los fans de la producción que el personaje principal de la cinta, Jack Dawson, interpretado por Leonardo DiCaprio, tendría algún asidero en la realidad, lo que claramente no es cierto. Para comenzar, el verdadero nombre de J. Dawson era Joseph, y no era un pasajero sino que un miembro de la tripulación, específicamente un palero de carbón.
Dawson tenía cerca de 30 años, era originario de Dublín, Irlanda y durante su juventud se enlistó en la armada real. Llegó al Titanic para poder viajar a América, donde buscaría el trabajo estable que no pudo encontrar en su hogar.
Aunque hay muchos rumores y teorías acerca de este hombre, lo único cierto es que se encuentra en el listado oficial de fallecidos en el desastre. Su cuerpo fue el 227 en ser recuperado en mayo de 1912 y según la descripción oficial tenía cabello claro y un bigote, además fue descubierto usando pantalones, una camisa gris y un abrigo.
Leonardo DiCaprio en Titanic
Otros personajes reales
Aunque James Cameron ha señalado en varias oportunidades que no conocía la historia de Dawson antes de escribir la cinta, sí hay otros pasajeros reales que inspiraron personajes en el filme.
Margaret Brown fue uno de ellos, una mujer adinerada interpretada por la actriz Kathy Bates en la película. Molly, como era llamada con cariño, creció siendo muy pobre pero su vida cambió cuando su marido encontró oro en una mina de Colorado.
Eso se convirtió en su boleto a la alta sociedad, donde fueron llamados “nuevos ricos” por las mujeres más tradicionalistas de la época, quienes no veían con buenos ojos su extrovertida y pícara personalidad.
Molly tenía buen corazón y ayudaba diferentes causas de niños y mujeres, pero cuando se separó de su esposo decidió irse a viajar por Europa y visitar a su hija que se encontraba en Paris. Juntas pasaron por muchos países y se reunieron con importantes personajes de la época, entre ellos John Jacob Astor IV y su esposa Madeleine, quienes les contaron por primera vez sobre el Titanic.
Margaret Brown
Sin darle mayor importancia, Brown continuó sus vacaciones e incluso visitó a una vidente que le advirtió no viajar por mar pues veía un gran peligro en su futuro. La mujer no le dio importancia a sus palabras, aunque compró un talismán de jade para la suerte.
Pocos días después fue informada que su nieto se encontraba enfermo en EE.UU. por lo que decidió regresar inmediatamente, y el primer barco en zapar fue el Titanic.
En el barco todo fue según lo esperaba, hasta que un día mientras leía en su camarote sintió un pequeño movimiento. El pasajero del camarote del frente le avisó que se vistiera y preparase por si tenía que salir de su habitación, lo cual ocurrió minutos más tarde. La mujer tomó su talismán, 500 dólares y su chaleco salvavidas y partió a la cubierta del barco.
Kathy Bates en Titanic | 20th C entury Fox
Tras ayudar a algunas mujeres a evacuar la nave, a las 0:55 horas del 15 de abril subió a un bote que saldría en busca de salvavidas. Dicha embarcación llevaba a 20 mujeres, cuatro miembros de la tripulación y dos hombres, lo que comenzó a ser criticado por Molly, pues éste tenía capacidad para trasladar a más de 40 personas, algo que también se mostró en la película.
El cabo Robert Hichens era uno de los pasajeros del bote y se negó a regresar a buscar más personas por temor a que volcaran el bote. La discusión con la mujer comenzó a ser cada vez más intensa debido a que el sujeto se apropió de una botella de licor y frazadas para su uso personal, además de no hacer nada mientras eran las mujeres quienes remaban. “Había un ser en nuestro bote al que no podría llamar hombre pues nada, excepto su ropa, me permitía calificarlo como tal, debido a su cobardía”, señalaría Brown durante la investigación del accidente.
Cuando por fin lograron ser rescatados del océano por el barco Carpathia, Molly se dedicó a ayudar a los sobrevivientes sirviendo de intérprete gracias a su conocimiento en francés y alemán, además hizo una colecta entre los pasajeros de primera clase para entregársela a los inmigrantes que perdieron todo.
Molly-Brown | www.biography.com
Al llegar a Nueva York siguió ayudando, por lo que fue condecorada con la medalla Arthur Henry Rostron por su entrega en el rescate del Titanic.
Molly, “La inhundible” como fue llamada, murió de un tumor cerebral en 1932 a los 65 años.
El historiador que se convirtió en protagonista de los hechos
Entre los grandes personajes con los que tuvo oportunidad de compartir Molly se encontraba el coronel Archibald Gracie IV, un historiador aficionado que se había obsesionado con la batalla de Chickamauga de la Guerra Civil Americana, donde su padre había peleado.
Gracie pasó años investigando el tema hasta que por fin pudo escribir un libro titulado La verdad sobre Chickamauga. Tras alcanzar su meta viajó solo por Europa para descansar y en abril de 1912 decidió regresar a EE.UU. a bordo del Titanic, por supuesto, como pasajero de primera clase.
Durante el viaje pasaba los días leyendo, discutiendo la guerra civil y escoltando a mujeres solas a la cena. El día del accidente, Archibald se había acostado temprano para levantarse a jugar squash cuando sintió un movimiento extraño en el barco. De inmediato se vistió y salió para ver qué ocurría.
Gracie |Wikipedia
En el lugar intentó ayudar a las mujeres a subir a los botes salvavidas y una vez que el último partió, se unió a un grupo de hombres para liberar a otros que se encontraban amarrados sobre el cuarto de materiales, de hecho, gracias a su navaja pudieron cumplir la tarea.
Cuando estaban a punto de soltar el último de ellos, la proa descendió y el agua los golpeó haciendo desaparecer a algunos de los hombres y volcando el bote. Los que quedaron con vida pasaron la noche a bordo de la embarcación y sólo en la madrugada vieron otros botes y llamaron su atención con un silbato.
Gracie logró sobrevivir al llegar al Carpathia, aunque seguía muy mal herido. En Nueva York comenzó a escribir un detallado relato sobre lo que pasó, incluyendo las presencias de los polizones y los hombres que subieron sin autorización a bordo de un bote salvavidas, así como de aquellos que a pesar de estar en primera clase se quedaron en el barco, tras salvar a sus esposas.
Titanic | 20th Century Fox
Ocho meses después de la tragedia, Gracie falleció debido a las lesiones que le dejó accidente y que empeoraron por la hipotermia. Su libro fue publicado algunos meses después con el nombre La verdad sobre el Titanic, el cual sigue siendo vendido hasta el día de hoy como Titanic: historia de un sobreviviente.
En la cinta de James Cameron fue interpretado por el actor Bernard Fox.
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Una capitán hasta el final
El Titanic zarpó bajo el mando del capitán Edward John Smith, un experimentado marino que recibió el “honor” de encabezar el viaje del barco más importante de la compañía White Star Line.
Los primeros días transcurrieron sin problemas, sin embargo, durante la madrugada del 14 de abril comenzaron a recibir telegramas sobre grandes concentraciones de hielo. Para mala suerte de los tripulantes, el telégrafo se descompuso por 10 horas, por lo que no pudieron recibir más alertas durante el día.
Se rumorea que luego que el capitán recibió las alertas, se reunió con Bruce Ismay, presidente de la compañía, a quien le comentó su intención de reducir la velocidad del transatlántico, pero éste lo habría obligado a mantener la velocidad para poder cumplir con el tiempo que se había estipulado, ya que la prensa estaría pendiente de su arribo. La supuesta conversación fue retratada en la cinta de 1997.
Titanic | Twenty Century Fox
Durante la noche, el capitán Smith cenó con algunos pasajeros importantes y luego se retiró a su camarote hasta que un golpe llamó su atención. Rápidamente llegó al lugar donde se encontraba su primer oficial William Murdoch para que le informase de la situación, quien le cuenta sobre el choque contra el iceberg.
Con dicha información llama al constructor Thomas Andrews y al carpintero Thomas Hutchins. Todos realizan una inspección y se dan cuenta de la gravedad de los daños, llegando a la conclusión que el barco se hundiría en menos de dos horas.
Tal como retrató la cinta de James Cameron, donde el capitán fue interpretado por Bernard Hill, durante los primeros minutos Smith se mostró calmado y dio instrucciones con megáfonos sobre lo que tenía que hacer la tripulación y los pasajeros, pero cuando se enteró que el barco más cercano llegaría en cuatro horas entró en un estado de mutismo.
American Heroes Channel
Cerca de las 02:00 de la madrugada, cuando se dio cuenta que los botes salvavidas se iban con un 40% de ocupación, usó nuevamente el megáfono para ordenar que regresaran, pero ninguno lo hizo por miedo a que el pánico de la gente los volcara.
Sobre su muerte hay distintas teorías. Algunos aseguran que se encerró en la cabina del timón a esperar su muerte, otros señalan que se suicidó lanzándose al mar y otros decían que rescató a un niño pero falleció posteriormente. Según los historiadores, la hipótesis más probable es la primera, que también fue utilizada en el filme.
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El portador de las malas noticias
Durante todo el viaje, Smith siempre trabajó codo a codo con Thomas Andrews, un ingeniero naval británico encargado del planeamiento y de la construcción del Titanic. Pero este no era su única obra, pues llevaba décadas trabajando para White Star Line, aunque sin duda este trasatlántico era su mayor orgullo, calificándolo como “casi perfecto para lo que el cerebro humano puede hacer”.
En el viaje se dedicó a recorrer la nave y anotar las cosas que debía cambiar, entre las que se encontraba el barniz del pasamanos y cambio de perchas, entre otros detalles.
Tras el choque contra el iceberg, Andrews fue el encargado de hacer la revisión y calcular los daños. Fue él quien tuvo que informar que ya no había nada que pudieran hacer y que el Titanic se hundiría en dos horas.
Thomas Andrews | Wikipedia
También como se vio en la cinta, donde fue interpretado por Victor Garber, el hombre se encargó personalmente de ir camarote por camarote advirtiendo a la gente que subieran a la cubierta y se pusieran su chaleco salvavidas, además de exigir que los botes comenzaran a ser llenados a su máxima capacidad.
Tampoco hay certeza de cómo murió, aunque algunos sobrevivientes aseguran que fue visto pasada la 01:30 de la madrugada en el salón de fumadores de los hombres en estado shock. Su cuerpo jamás fue recuperado.
Titanic | 20th Century Fox
El cobarde
A diferencia de Thomas, que es considerado un héroe, Joseph Bruce Ismay es tildado como uno de los culpables de la tragedia. Ismay era presidente y director de White Star Line, y uno de los más interesados en que el viaje inaugural saliera perfecto.
Él había sido el de la idea de construir un trasatlántico de esta envergadura, que pudiese superar las creaciones de White Star, su competidor más cercano que contaba con dos grandes barcos, el Mauritania y el Lusitania. El Titanic debía ser lujoso, contar con una tercera clase y además ser rápido.
Como era su costumbre, acompañó el viaje inaugural del barco para vigilar que todo resultara según su plan, y según se rumorea, obligó al capitán a que no bajara la velocidad a pesar de las alertas de témpanos de hielo.
Joseph Bruce Ismay | Wikipedia
La noche del choque, Ismay estaba en su camarote cuando sintió el movimiento. Salió vestido con pijama y un abrigo para averiguar qué pasaba, enterándose de la grave situación. Al escuchar de los labios de Andrews que el barco estaba condenado entró en pánico.
A los pocos minutos llegó a la cubierta para ayudar a llenar los botes salvavidas, pero sin que nadie lo notara subió a una de las embarcaciones que hasta ese momento sólo aceptaba mujeres y niños. Esa decisión le costaría muy caro, pues sería tildado de cobarde por el resto de sus días.
Durante el trayecto que lo llevaba hasta el Carpathia, barco que lo rescataría, el hombre no fue capaz de ver el hundimiento de su creación.
TITANIC | 20th Century Fox
En los años siguientes tuvo que soportar las críticas y declarar en varias ocasiones sobre lo ocurrido. Además renunció a su puesto, aunque siguió trabajando en el mismo rubro hasta que en 1937 murió de una trombosis cerebral.
En la cinta protagonizada por Leonardo DiCario y Kate Winslet, fue interpretado por Jonathan Hyde.
