Pese al fracaso en la negociación entre dirigentes de pescadores de la región de Los Lagos y el ministro Luis Felipe Céspedes, el titular de Economía seguiría a cargo de las conversaciones, ya que desde el Gobierno insistieron que existe voluntad de seguir negociando con los movilizados.

Este jueves, tras una extensa reunión, el Gobierno ofreció la entrega de un bono de 300 mil pesos al que se sumarían 150 mil durante tres meses. Sin embargo, tras la negativa algunos miembros del gabinete debieron cambiar sus agendas para este viernes.

De hecho, el ministro del Interior, Jorge Burgos, debía estar hoy en la región del Maule y, producto del quiebre en la negociación, resolvió quedarse en La Moneda para analizar la situación junto a sus asesores y también el subsecretario Jorge Aleuy

También el propio ministro Céspedes tuvo que reorganizar sus actividades, ya que tenía contemplado viajar a la región de Coquimbo a la presentación de su cuenta pública.

Y pese a que los afectados en Chiloé piden a una figura política de mayor peso, que mantenga línea directa con la Presidencia y el comité político, a Céspedes se le instruyó continuar en la zona liderando las negociaciones, según confirmó Jorge Burgos.

En tanto, diputados del Partido Comunista como la Democracia Cristiana coincidieron en la necesidad de que La Moneda escuche con atención la demanda de los isleños.

La presidenta de la DC, Carolina Goic, manifestó que es importante mantener el diálogo y agregó que hay que realizar inspecciones reales, concretas y claras a las empresas de salmones de la zona.

La diputada del PC, Camila Vallejos, también realizó su análisis, criticando la decisión de Interior de pedir aumentar la dotación de fuerza policial en la isla.

Durante la jornada la presidenta, Michelle Bachellet realizó un llamado a aceptar el bono propuesto y a despejar los caminos, porque, según explicó, no se debe agravar la situación de la zona al no ingresar combustible, ni tampoco alimentos.

Por ahora, las autoridades trabajan separando aguas en el conflicto. Primero están las demandas sociales propias de los isleños. Segundo, la situación de como afecta la marea roja a pescadores y mariscadores. Son estos últimos, los que según el ejecutivo, se ven más afectados.