Tras los resultados de la encuesta sobre el Índice de Calidad de Vida Urbana 2016, elaborada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Universidad Católica, el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, desestimó la validez de dicho trabajo.

Esto porque se menciona a la comuna como una de las peores para vivir en Santiago, ubicándola en el lugar 84 del ranking.

El jefe comunal desacreditó rotundamente los elementos metodológicos que sustentan la investigación y a la vez cuestionó sus bases de referencia.

“En primer lugar es poco serio que alguien haga todos los años un estudio donde ranquea a las comunas por calidad de vida con datos de cinco años de antigüedad”, comentó Durán.

Agregó que uno de los ejemplos claros de la poca rigurosidad con que se tomó esta encuesta, es que hay indicadores como los de conectividad y de movilidad donde aparecemos con el peor ranking, argumentando que la última Encuesta Origen Destino de Santiago, arrojó que Independencia es la comuna donde más se camina y donde más se usa la bicicleta.

“Es pericentral, es decir, esta prácticamente en el centro de Santiago, entonces la verdad que esto es un chiste. Cualquier persona seria cruza esa información y se da cuenta que esto es un dato poco riguroso”, sostuvo.

Además, precisó que lo datos utilizados dan una visión errada de lo que realmente sucede en la comuna. “El 2015 salió publicado en el Ministerio de Vivienda que Independencia es la comuna con mayor cantidad de tramos de proyectos aprobados de reparación de calles, veredas y pasajes de toda la Región Metropolitana. Yo desafío al que hizo este estudio si por lo menos consultó esta información”, dijo.

Y agregó que “en un estudio no pueden variables perceptuales de muestras en un año sumarse a indicadores sectoriales de años anteriores, esa es una distorsión de la realidad”, precisó.

Finalmente, manifestó que “este estudio es un buen negocio financiado por la CChC” y que ha afectado gravemente la calidad de vida de Independencia es haber mantenido un Plan Regulador que permitía edificios de altura ilimitada y sin estacionamientos, generando un enorme caos que se solucionó en 2014.