Chile tendrá que empezar a disminuir su dependencia del cobre, que en los últimos años aportó cerca de un cuarto de los ingresos fiscales, según un estudio de la Facultad de Minería de la Pontificia Universidad Católica.

“La minería no va a volver a aportar el 25% a 30% del presupuesto fiscal ni volverá a ser una parte tan alta del PIB como en 2006 y 2012, pero tiene muchos efectos positivos sobre la economía”, según las conclusiones del estudio “Escenarios del Desarrollo Minero en Chile al 2035″, que trata de proyectar el futuro de la industria del cobre.

No obstante, el “país continuará siendo clave en el crecimiento de la producción mundial del metal rojo”, del que Chile produce cerca de un tercio de la oferta mundial.

La desaceleración de la economía china, que compra casi el 60% de la producción mundial de cobre, ha lastrado el precio, pasando de los más de cuatro dólares por libra de promedio en 2011 a los 2,15 dólares estimados para este año.