Corea del Sur advirtió el lunes que hay un riesgo de que sus ciudadanos sean secuestrados por Pyongyang en represalia por la deserción de una docena de norcoreanos.

Recordemos que a inicios de abril, doce empleadas y el gerente de un restaurante en China llegaron a Corea del Sur.

Seúl afirma que el grupo llego al país por su propia voluntad, mientras que Pyongyang dice que fueron “secuestrados” por los servicios secretos surcoreanos.

El ministerio surcoreano de la Unificación, encargado de los asuntos intercoreanos, explicó que pidió a sus embajadas en el extranjeros estar alertas.

“Estamos en alerta frente varias hipótesis, incluyendo secuestros o actos terroristas por parte del Norte”, dijo el portavoz Jeong Joon-Hee. “Hacemos lo posible por garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”.

La edición del lunes del diario Hankook Ilbo afirma que Pyongyang tiene planeado secuestrar a surcoreanos para utilizarlos como moneda de cambio contra los trece desertores norcoreanos.

“Se fijaron como meta 120 personas, soldados, oficiales, expatriados”, asegura el rotativo, que cita una fuente oficial.

Cerca de 30.000 norcoreanos han huido de la represión y pobreza para instalarse en Corea del Sur.

Pero las deserciones en grupo son poco frecuentes, en especial la de empleados que trabajan en restaurantes norcoreanos en el extranjero, que son cuidadosamente seleccionados en familias consideradas “leales” al régimen.

Esta práctica ya ha sido utilizada en el pasado por Pyongyang. En 1978, el difunto líder norcoreano, Kim Jong-Il, ordenó el secuestro en Hong Kong de un famoso director de cine surcoreano y de su esposa, una actriz, para que realizaran películas en Corea del Norte.

No obstante, la pareja logró escapar en 1996.

Asimismo, en 2002, Corea del Norte admitió que secuestró a 13 japoneses en los años 1970 y 1980 para ayudar a formar a sus espías en Japón.