Además del conocimiento que le han brindado los estudios, la psicóloga Pilar Sordo, analiza su propia vida, su propia experiencia para desempeñar su profesión.

“Oídos Sordos”, uno de los 7 libros que ha escrito la profesional es el fiel reflejo de su vida, específicamente de su salud y en él hace un llamado a preocuparse de las señales del cuerpo debido a un complicado episodio.

Pilar Sordo, enfrentó una grave alteración metabólica que le hizo replantearse el modo como veía las cosas y en una entrevista para la revista Nueva Mujer contó los detalles.

Los problemas de salud comenzaron en 2013 cuando Pilar comenzó a sentir una pérdida de energía, constantemente se sentía cansada, dormía mal y sufría de hinchazón, pero consideró que era algo normal en ella y no lo tomó en cuenta.

Al año siguiente comenzaron los signos más evidentes: derrames oculares cada 15 días y taquicardias, pero ninguno de los expertos a los que visitó le encontró algún problema.

“Era muy raro, paradójico. Sentía que estaba haciéndolo todo bien, porque me estaba haciendo todos los exámenes, siendo responsable de mi en cuanto a lo que socialmente había que hacer. Por primera vez en mi vida era top en eso” dijo a Nueva Mujer.

Los malestares continuaron e incluso aumentaron. Se le hincharon los ojos, desarrolló una alergia alimentaria y finalmente un sangrado vaginal que duró 3 meses. Este último problema la llevó a donde su ginecóloga quien finalmente pudo darle una respuesta a lo que le estaba pasando.

“Ella me dijo que me encontraba ‘rara’, y le conté todo lo que me venía pasando en términos físicos, y se aterró. Me dijo que lo que me pasaba era gravísimo, que era una alteración metabólica severa, lo que antiguamente se le conocía como surmenage” contó. “Es loco porque todo tenía que ver con la sangre: mi cuerpo me estaba indicando que me estaba reventando” agregó.

Nueva Mujer

Nueva Mujer

¿Qué vino después del diagnóstico?

Pilar Sordo contó que debió elegir entre la medicina tradicional o realizar sus propios estudios en cuanto a alimentación, actividad física y meditación, pero descartó de inmediato la primera opción.

“Era meterme en el túnel de la medicina tradicional (alópata), no salir nunca más de ahí y donde iba a terminar con antidepresivos sin estar deprimida. Si la tomaba me sentía súper inconsecuente con mi mensaje” dijo “No me podía parar en un escenario a decirle a la gente ‘a mí no me resultó, estoy drogada’” explicó.

La psicóloga reconoció que lo sucedido fue en parte porque su cuerpo no la acompañó con el ritmo de vida que estaba llevando. “No he parado de trabajar desde los 18 o 20 años. Creo que mi cuerpo me dijo que hasta ahí llegaba” dijo por lo que comenzó a practicar zumba y suspendió una gira que tenía por Uruguay, Paraguay y el norte de Argentina.

Además, confesó que el apoyo de su esposo fue fundamental durante esta etapa ya que gracias a él logró “sostenerse” y descansar.

“Me casé hace 2 años con un hombre maravilloso (Juan Fabri)… siento que mi inconsciente supo que tenía un colchón para poderme tirar”

Pilar Sordo es una amante de su trabajo y admitió que le cuesta reconocer el cansancio, pero también aprendió que “cuando ya conoces tus propias trampas es más fácil tener las herramientas para tomar decisiones en pos de un autocuidado”.