El presidente boliviano, Evo Morales, visitó este miércoles la costa ecuatoriana, fuertemente golpeada por el terremoto, donde entregó unas 90 toneladas de ayuda para los damnificados.

Morales aterrizó en la ciudad portuaria de Manta, una de las más afectadas por el potente sismo que deja ya 659 muertos, miles de heridos y 40 desaparecidos, y recorrió varias zonas completamente destruidas por el desastre.

“Vengo en nombre del pueblo boliviano para expresar toda nuestra solidaridad”, dijo Morales tras su visita, en una escueta declaración a la prensa junto a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa.

Bolivia es uno de los países que mandó ayuda humanitaria después del terremoto del pasado sábado 16 de abril, y este miércoles llegó con tres aviones con más de 90 toneladas de ayuda humanitaria, además de los 150 rescatistas que envió hace días.

“Bolivia es un país de menor renta per capita que el nuestro. Pese a ello su solidaridad es inmensa”, le agradeció Correa.

“La carga se hace más ligera cuando pueblos hermanos nos ayudan a cargarla”, agregó.

Este miércoles por la tarde está prevista la llegada del presidente peruano Ollanta Humala, también con ayuda humanitaria.

Por la mañana, llegó procedente de China ayuda por casi 10 millones de dólares, que incluía 5.000 carpas.

El domingo, el país andino recibió la visita del presidente colombiano Juan Manuel Santos con 25 toneladas de víveres y agua.

El sismo redujo a escombros populares zonas turísticas, y es un duro golpe para este país dolarizado y petrolero, severamente azotado por la apreciación de la divisa estadounidense que encarece sus exportaciones y por la caída de los precios del crudo, que recorta sus ingresos.