José Cifuentes, el estudiante validviano de 18 años que esperaba un trasplante de hígado, falleció la madrugada de este viernes tras una falla multiorgánica. Su familia hizo un desesperado llamado a fomentar la donación de órganos.

Fueron 5 días los que estuvo en la clínica Sanatorio Alemán de Concepción, único lugar del sur del país que está calificado para realizar trasplantes de hígado, pero su cuerpo no resistió. Estaba conectado a un ventilador mecánico y debido a los medicamentos sus riñones comenzaron a fallar e incluso debieron someterlo a diálisis.

La directora médica del recinto asistencial, Paulina Romagnoli, confirmó que nunca hubo un donante para José y llamó a las familias a reflexionar sobre el tema.

Cifuentes era un estudiante lleno de vida y con un gran futuro por delante. Un muy buen niño, dijo una amiga de la familia, Claudia Villagrán, quien lo conocía desde pequeño.

La madre del joven, Inés Caro, agradeció la gestión de todas las personas que intentaron mantener a su hijo con vida en la clínica.

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La mujer espera que nunca más se repita este tipo de situaciones y afirmó, visiblemente afectada, que pidió ayuda, pero que quizás algunas personas pensaron que era un juego de niños.

Los datos en la región del Bío Bío no son alentadores cuando se habla de trasplantes de órganos. En el hospital Las Higueras de Talcahuano hay 170 personas en lista de espera para un riñón y en 2015 sólo se realizaron 14 intervenciones.

Mientras que en el Hospital Regional de Concepción, 71 esperan trasplante de riñón, 3 un hígado y otras 67 corneas. Ya murieron 6 esperando trasplante hepático y el 2015 se realizaron sólo 10 intervenciones.