La noche de este miércoles un incendio destruyó totalmente las dependencias del Mercado Municipal de Temuco. Tras el siniestro más de 800 personas se vieron afectadas al quedar sin trabajo y según el alcalde Miguel Ángel Becker las pérdidas son millonarias.

El también llamado Mercado Modelo, icono de la región de La Araucanía, quedó reducido a escombros. Sin embargo, permanecerá el recuerdo del que fue el motor comercial y turístico de zona desde 1930.

A continuación te dejamos con un reportaje del mercado realizado por el periodista de Radio Bío Bío de Temuco, Carlos Agurto.

El Mercado Modelo: De Orden y Progreso a Orden, Progreso y Turismo

En Temuco son pocos los lugares que representen algo de la historia de esta ciudad. Entre ellos se puede mencionar, por ejemplo, La Estación, el Museo Ferroviario Pablo Neruda, el Museo Regional de La Araucanía, el cerro Ñielol y El Mercado Municipal de Temuco o Mercado Modelo. Este último representa la visión de “orden y progreso” que instauraron las “dictaduras modernas” de Chile, la cual continúa en los anales de la sociedad chilena, porque de esa manera se detiene cualquier intento de extinción en la “normalidad” instaurada. Además el progreso es economía y en el Mercado, el turismo ayuda a fomentar ese rol.

www.jptemuco.blogspot.com

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De sitio eriazo a galpón y de galpón a modelo

Según una reseña histórica de la Municipalidad de Temuco, en el año 1930, cuando el Gobierno de Chile estaba presidido por el general Carlos Ibáñez del Campo y el municipio de la capital de La Araucanía era administrado por Eduardo Solano Illanes, se inauguró oficialmente “El Mercado de Abastos”, como se le llamó en un principio y cuya estructura mantiene hasta hoy. A la ceremonia de la colocación de la primera piedra, en octubre 1928, asistió, además de las autoridades antes nombradas, el intendente de la Provincia de Cautín, Arturo Vidal Pizarro, lugar donde se firmó un acta que se guardó en un tubo de metal, para posteriormente dejarla en un bloque de cemento, en lo que hoy es la construcción y cuya copia se encuentra enmarcada en las oficinas de la administración del Mercado.

Antes de crearse esa estructura, la manzana en que se ubica el Mercado no existía, así lo confirma un ex trabajador del recinto, Luis Molina Sánchez, detallando que “antes de 1928, este sector era un sitio eriazo, en esta manzana vacía la gente venía a vender sus productos, lanas, verduras, cereales, trigo, etcétera y con el tiempo las autoridades de esa época hicieron un galpón” lo que fue el punto de partida para su evolución.

¿Y antes qué?

Diego Vrsalovic, presidente de “Defendamos la ciudad de Temuco”, quien basó su tesis de grado en los primeros 50 años de esta ciudad, detalla que “en los primeros años después de la fundación del Fuerte (Recabarren) en 1881, en lo que hoy es la Plaza del Regimiento se crea un activo comercio en torno al primer caserío que se emplaza en ese sector. Sin embargo ello va a sufrir una transformación a partir de 1895, con la instalación de la Estación de Trenes (…), ésta será el terminal de entrada y de salida de pasajeros, por lo que se transformará en un dinamizador de comercio local”. Pero al existir dos puntos claves en la ciudad, el comercio era disperso. Versalovic cuenta que “teníamos un comercio formal que se daba cerca del Regimiento hacia la Estación y a su vez teníamos un comercio informal, caracterizado por los burdeles y los traficantes de aguardiente”.

Primer intento de orden

Vrsalovic cuenta además que debido al desorden presente se intentó “el primer gran esfuerzo para ordenar la situación, con la creación de La Recoba: esta era una especie de galpón gigante, donde distintos actores comerciales comienzan a reunirse frente a la plaza del Fuerte Temuco (…) pero esta Recoba se fue haciendo chica”, no contaba con las condiciones para que el comercio se desarrollara de buena forma “y no tuvo los resultados esperados, además la ciudad comenzó a crecer y este punto del comercio se fue alejando”.

Entonces La Recoba fue el intento fallido de las autoridades de la época para ordenar el caos comercial que se vivía en la actual capital regional, por lo que nació la idea de crear una “Recoba 2.0”.

El Mercado Modelo

Actualmente a este Centro de Abastos lo llamamos simplemente “Mercado”, el cual aún conserva muchas cosas desde su inauguración, como las iniciales “M M” que se encuentran en los portones. Puede sonar de perogrullo que dichas letras significan “Mercado Municipal”, pero Luis Morales tiene otra explicación y dice que esas iniciales significan “Mercado Modelo”, nombre que se hizo popularmente conocido en la época, el cual nace porque “las autoridades les señalaron a los arquitectos el cómo querían que fuera este mercado, entonces en los planos quedó escrito como título “Mercado Modelo” y de ahí el nombre que obtuvo desde su construcción en 1928” indica Morales.

La fachada del Mercado continúa siendo prácticamente la misma desde su inauguración, pero esa conservación se da sólo en el exterior. En un comienzo los puestos no estaban ordenados como hoy, ni tampoco existía una pileta que adornara el centro del lugar. Luis Morales detalla además que los puestos eran más conocidos como pilastras, porque cada comerciante se ubicaba de pilar en pilar.

A fines de la década del ’50 en este lugar no sólo se vendían hortalizas y lanas, sino que también comida. Así lo cuenta Ermelina Acuña, dueña del restaurante “El Criollito”, quien comenzó a trabajar en este lugar desde los 19 años y dice que su esposo tenía una fuente de soda y ahí empezó a trabajar.

Ermelina Acuña | Carlos Agurto (RBB)

Ermelina Acuña | Carlos Agurto (RBB)

“Aprendí a hacer completos y mi mamá me enseñó a hacer los famosos caldillos para arreglarle la caña a los huasos, que luego de vender sus animales visitaban unas quintas muy alegres -burdeles-, además vendíamos malta con huevo, el vino tinto tibio con aritmética -con harina tostada-, churrasco, ceviche con pescado, etcétera (…) El Mercado cuando yo llegué era para el recibimiento de la gente campesina, y donde está la artesanía y la pileta era utilizado prácticamente como estacionamiento de carreta, por otra parte se cocinaba con parrillas, por lo que se llenaba de humo, además no había agua, por lo que teníamos que llevar barriles”.

Historias y artesanía en los ’60

Dentro de las áreas que más le llama la atención a los turistas es la artesanía, puestos que muestran parte de la cultura típica de la zona, pero no necesariamente en el lugar debe atender un artesano. Es el caso de Celso López, exfutbolista amateur que llegó al Mercado el 1 de mayo de 1960, el comerciante, del puesto 64, indica que en esa época “prácticamente no había artesanía”.

Celso López | Carlos Agurto (RBB)

Celso López | Carlos Agurto (RBB)

Por otra parte cuenta que llegó a este rubro por una casualidad. “fue una oportunidad que se me presentó y la aproveché de inmediato, porque yo jugaba mucho al fútbol, entonces los dirigentes del deportivo en el que yo jugaba me ofrecieron venir a trabajar al mercado, en un local que pertenecía a la Cooperativa Lechera (…) lo que me ha permitido formar a mi familia y darle educación a mis hijos”.

El Mercado igualmente sirvió para que quienes se encontraban detenidos en la Cárcel de Temuco pudieran vender sus productos a través de Gendarmería. Así comentó el ex gendarme Juventino Contreras, quien actualmente atiende el local 83, quien llegó aproximadamente el año 1962 a trabajar a un local que se encargó de realizar esta acción, porque “la producción de los reos era bastante alta, por lo que no había un escape para que ellos vendieran sus cosas (…) Una vez que jubilé invertí en este local para dedicarme a este rubro”.

 Juventino Contreras | Carlos Agurto (RBB)

Juventino Contreras | Carlos Agurto (RBB)

Tanto Celso como Juventino -cuyos locales se encuentran frente a la pileta- concuerdan en que este lugar ha evolucionado. “Antes los locales eran hechos por los dueños y el piso era de cemento y tierra”.

Peor aún, en la sección de “Crónica Local” del diario El Austral de Temuco, en su edición del 25 de mayo de 1933, apareció una nota titulada: “Los servicios higiénicos del Mercado Modelo”, en la cual señala que algunos comerciantes fueron a las oficinas del periódico a realizar un reclamo y a interpelar al alcalde de la época, para que solucionara el “pésimo” estado de higiene que tenían los baños del recinto, lo que producía, según los comerciantes, una disminución de clientes.

Siguiendo los pasos de Ibáñez

Luego de tantos años de uso y por obvias razones, el Mercado se comenzó a deteriorar, por ese motivo en 1988, mientras el país vivía las postreras de dictadura cívico-militar del general Augusto Pinochet, se efectuó la primera gran remodelación al Modelo.

Diego Vrsalovic manifiesta que “lo que se intenta realizar (con la refacción) son hitos, para poder afianzar este discurso del Orden y del Progreso, que intentan superar los del año ’31. (…) Sin embargo la vocación del Mercado Municipal, a partir de los 80’, va a ser turística, la idea no es solamente crear un punto de comercio, sino también, un punto de turismo, para esta ciudad que estaba siendo pujante. Entonces lo que se hace es hermosear el lugar y ordenarlo, con el objetivo además que tenga arraigo con la zona, pero se prescinden de las marquesinas que inicialmente tenía esta estructura en su alrededor”.

Finalmente y luego de esta remodelación se convierte el Mercado Modelo, en lo que conocemos hoy en día, que como precisó Molina “tiene una dimensión de 5.800 kilómetros cuadrados, cuenta con 6 accesos, señalización, 11 cámaras de vigilancia, módulos zonificados (para los sectores del comercio que aquí convergen), entre otras cosas”.

Más vivo que nunca

Este resistente Mercado Modelo le ha hecho frente a situaciones adversas como terremotos y claro, el paso del tiempo, pero más allá de eso ha sabido, o las autoridades de las que ha dependido, realizar ajustes que ayuden a la modernización del recinto, el que ha pasado por diversos estados, y cómo no hacerlo si ahora, más allá del ordenamiento a parte del comercio de Temuco, se ha convertido en una parte histórica de la región que produce ganancias en la economía municipal.

Por lo que no es de extrañarse que se confirme lo que han señalado las personas entrevistas en la investigación, que en poco tiempo más se concretará una nueva gran remodelación –la que se sumaría a la del 88’ y 2003-, por parte de la actual administración Municipal de Miguel Becker, que ha repetido, aunque en menor escala, los objetivos iniciales de este modelo de orden y progreso con la creación del Portal de La Araucanía.