El Ministerio de Educación entregó 50 millones de pesos para desarrollar un nuevo diseño para el gimnasio del Liceo A-21 de Talcahuano, recinto que estaba en construcción y que deberá ser demolido al presentar graves fallas en su estructura.

El dinero llega ante la necesidad de reiniciar todo el proceso, partiendo por el diseño de arquitectura.

De manera provisoria se instalaron camarines modulares y se debió cerrar un pasillo del ingreso al establecimiento, para que los alumnos realicen la clase de Educación Física.

El seremi de Educación, Sergio Camus, insistió en la tesis del error en el cálculo de la obra, por lo que entregaron los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado, para que se formalicen las acciones legales que salvaguarden la inversión pública.

Por su parte, el alcalde Gastón Saavedra comparte la idea de una falla de cálculo, y agrega que la empresa constructora fue advertida de lo que podría ocurrir.

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La autoridad comunal señaló que la nueva estructura se levantará en otro lugar, específicamente en la esquina de Prat con Colón, donde están las multicanchas. La autoridad asegura que así no se impediría iniciar las obras, mientras dure la discusión por el gimnasio mal construido y su demolición.

La presidenta del Centro de Padres del Liceo A-21, Sandra Soto, dijo que “hemos sufrido bastante, ilusionados con el nuevo gimnasio, que lamentablemente no se ha podido utilizar”, pero mostró su satisfacción por los recursos traspasados. “Muy contentos por el nuevo proyecto que viene en camino”, declaró.

La ceremonia terminó con un incidente. En medio del recorrido, un profesor del establecimiento educacional levantó un cartel de protesta que decía “Gastón Savedra: ¿dónde están las seis salas?”, en alusión al proyecto inicial de reconstrucción, en que se comprometieron esas aulas.

A ello se sumó la manifestación un grupo de estudiantes y, sólo tras una conversación con personal municipal, se logró cerrar la actividad, revelando el gimnasio no es el único tema pendiente en el Liceo A-21.