Director mexicano y fagotista italiana destacan en concierto de la Sinfònica de Chile

CRISTIAN VIVERO BOORNES / AGENCIA UNO
CRISTIAN VIVERO BOORNES / AGENCIA UNO
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El reciente fin de semana, en un nuevo concierto de la Orquesta Sinfónica de Chile en el Teatro del CEAC, denominado “Ópera y Sueños de Película” se contó con la conducción de la afamada batuta del maestro mexicano Enrique Diemecke y la destacada presencia de la fagotista italiana, solista de la agrupación chilena Marina Martelli.

El programa -muy bien elegido-, consistió en La Obertura Semiramide de Giocchino Rossini, el Concierto para fagot de Nino Rota y la Sinfonía Nº 3 op. 29 en Re de Piotr Ilyich Tchaikovsky,

Diemecke, quien además es compositor, es Director Artístico de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la Orquesta Sinfónica de Flint en Estados Unidos y la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en México. es un constante analista de la escena musical latinoamericana y enfatiza en la necesidad de acercar la música clásica a las jóvenes audiencias.

Su labor al frente de la Sinfónica fue correcta, especialmente aplaudida en la obra central de la velada, la obra de Tchaikowsky, la llamada Sinfonía Polaca, otra de las muestras de la atormentada e impetuosa vida del notable compositor ruso. “Tchaikovsky era muy conocedor de la música folclórica de su tiempo y le gustaba incorporarla en sus obras, donde desarrollaba la forma clásica. Encierra unas melodías muy alegres, muy vivas, pasajes llenos de profundidad y pasión”, afirmó Enrique Diemecke.

El programa comenzó con la Obertura Semiramide de Rossini, respecto de la que el director señaló que “Rossini, que como sabemos fue conocido por la ópera, tenía una forma de escribir que fue muy popular en su época”. Se trata de una obra muy conocida y difundida, que el público disfruta mucho, en especial por el colorido rossiniano que aportan las maderas, en que una vez más se lucieron los integrantes de la Sinfónica de Chile.

En lo que respecta al Concierto para fagot del italiano Nino Rota, lució todas sus virtudes la destacada solista de la agrupación, Marina Martelli. Rota ha cautivado a grandes audiencias con composiciones para filmes como El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972), Romeo y Julieta (Franco Zeffirelli, 1968), entre muchas otras. Más allá de la música para cine, su catálogo de obras es amplio y diverso, incluyendo ópera, composiciones para piano solo, conjuntos de cámara, y música orquestal.

La fagotista italiana, solista de la Sinfónica de Chile, exhibió toda la calidad técnica y artística que avala su trayectoria y se convirtió en uno de los valores musicales de la noche.

Marina obtuvo en 1996 el Título de Interprete en este instrumento, en el Conservatorio Cesare Pollini en Padova con la máxima distinción (maestro Leopoldo Armellini). Ha asistido a diferentes clases magistrales con reconocidos solistas en fagot, tales como, Alberto Guerra (concertista), Roberto Giaccaglia (Teatro La Fenice), Valentino Zucchiatti (Teatro alla Scala), Gustavo Núñez (Royal Concertgbow Amsterdam). Asiste a cursos de orquesta de perfeccionamiento como Primer fagot en 1996 en la Orchestra Internazionale Giovanile di Lanciano, en 1996 y 1997 en la Giovane Sinfonietta Italiana dirigida por Leon Spierer (Filarmónica de Berlin).

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El reciente fin de semana, en un nuevo concierto de la Orquesta Sinfónica de Chile en el Teatro del CEAC, denominado “Ópera y Sueños de Película” se contó con la conducción de la afamada batuta del maestro mexicano Enrique Diemecke y la destacada presencia de la fagotista italiana, solista de la agrupación chilena Marina Martelli.

El programa -muy bien elegido-, consistió en La Obertura Semiramide de Giocchino Rossini, el Concierto para fagot de Nino Rota y la Sinfonía Nº 3 op. 29 en Re de Piotr Ilyich Tchaikovsky,

Diemecke, quien además es compositor, es Director Artístico de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la Orquesta Sinfónica de Flint en Estados Unidos y la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en México. es un constante analista de la escena musical latinoamericana y enfatiza en la necesidad de acercar la música clásica a las jóvenes audiencias.

Su labor al frente de la Sinfónica fue correcta, especialmente aplaudida en la obra central de la velada, la obra de Tchaikowsky, la llamada Sinfonía Polaca, otra de las muestras de la atormentada e impetuosa vida del notable compositor ruso. “Tchaikovsky era muy conocedor de la música folclórica de su tiempo y le gustaba incorporarla en sus obras, donde desarrollaba la forma clásica. Encierra unas melodías muy alegres, muy vivas, pasajes llenos de profundidad y pasión”, afirmó Enrique Diemecke.

El programa comenzó con la Obertura Semiramide de Rossini, respecto de la que el director señaló que “Rossini, que como sabemos fue conocido por la ópera, tenía una forma de escribir que fue muy popular en su época”. Se trata de una obra muy conocida y difundida, que el público disfruta mucho, en especial por el colorido rossiniano que aportan las maderas, en que una vez más se lucieron los integrantes de la Sinfónica de Chile.

En lo que respecta al Concierto para fagot del italiano Nino Rota, lució todas sus virtudes la destacada solista de la agrupación, Marina Martelli. Rota ha cautivado a grandes audiencias con composiciones para filmes como El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972), Romeo y Julieta (Franco Zeffirelli, 1968), entre muchas otras. Más allá de la música para cine, su catálogo de obras es amplio y diverso, incluyendo ópera, composiciones para piano solo, conjuntos de cámara, y música orquestal.

La fagotista italiana, solista de la Sinfónica de Chile, exhibió toda la calidad técnica y artística que avala su trayectoria y se convirtió en uno de los valores musicales de la noche.

Marina obtuvo en 1996 el Título de Interprete en este instrumento, en el Conservatorio Cesare Pollini en Padova con la máxima distinción (maestro Leopoldo Armellini). Ha asistido a diferentes clases magistrales con reconocidos solistas en fagot, tales como, Alberto Guerra (concertista), Roberto Giaccaglia (Teatro La Fenice), Valentino Zucchiatti (Teatro alla Scala), Gustavo Núñez (Royal Concertgbow Amsterdam). Asiste a cursos de orquesta de perfeccionamiento como Primer fagot en 1996 en la Orchestra Internazionale Giovanile di Lanciano, en 1996 y 1997 en la Giovane Sinfonietta Italiana dirigida por Leon Spierer (Filarmónica de Berlin).