¿Pasas de un trabajo a otro? ¿No duras más de seis meses en un mismo empleo? Si tus respuestas son afirmativas es que eres un “salta empleos”. En realidad, quizás toda tu generación lo sea. Una psicóloga explica las razones de estos especiales candidatos.

Pareces estar en permanente búsqueda de empleo. Duras muy poco en cada uno de ellos y ‘saltas’ de un desafío profesional a otro tratando de encontrar un mejor trabajo. Eres un ‘Job Hoppers’ y muy probablemente toda la “Generación Millennials o Y” lo sea.

En el pasado quedaron los trabajadores que permanecían toda una vida en la misma empresa. Esa camada de ‘Baby Boomers’ estaba altamente enfocada el trabajo, odiaba los cambios y respetaba las jerarquías. La generación que hoy en día está activa en el mercado laboral es totalmente diferente.

Antes el foco estaba más centrado en el trabajo, pero ahora esa atención está sobre la persona. Es decir, se valora que cada persona aspire a su propio bienestar y felicidad. No es ‘me aseguro a un trabajo que me contenga y proteja’, sino más bien se entiende que ‘el trabajo es un medio para desarrollarme en un proyecto de vida personal’”, explica Carmen Gutiérrez, Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.

Así como no es bien visto un currículum con cambios constantes de trabajo, tampoco es positivo para los reclutadores actuales ver que una persona permanezca durante mucho tiempo en un mismo empleo.

“Antes se consideraba un buen empleado a una persona que llegaba a un empleo y que se quedaba ahí por años. Hoy en día alguien que se queda más de seis años en un mismo trabajo, no es visto como algo positivo. Actualmente los empleos se consideran un medio que catapulta el deseo de desarrollo personal de los individuos, por lo tanto quedarse mucho tiempo en el mismo lugar puede entenderse como que la persona no busca nuevos desafíos ni un desarrollo profesional”, describe la experta.

Según los datos de la empresa de reclutamiento PageGroup, el 45% de los profesionales ha cambiado al menos cuatro veces de trabajo en dos años. Esta alta rotación se debe al cambio de paradigma de la sociedad, lo que va de la mano con el panorama económico mundial.

“Hoy los niveles de incertidumbre son mayores y las economías son globalizadas. Por eso la posibilidad de cambios y fluctuaciones en los empleos pasan a ser una constante. Son tiempos de inestabilidad, un contexto que fuerza a las personas a tener la capacidad de adaptación para desarrollar más dimensiones de sí mismos en diferentes puestos y trabajos”, indica la profesional.

Así, los cambios en la sociedad han impactado la relación entre las personas y el trabajo, demandando una gran capacidad de adaptación al cambio, especialidad de la Generación Y.

Hoy, cuando los conocimientos cambian tan rápidamente, el llamado en el ámbito del trabajo es a que las personas tengan una actualización constante de sus saberes y habilidades. A nivel mundial se está avanzando hacia que las personas estudien más de una carrera profesional a lo largo de la vida. Ahora una persona desarrolla diferentes proyectos de vida, por lo tanto esa posibilidad de cambio y adaptación también debería estar relacionada con el trabajo”, concluye Carmen Gutiérrez.