El empresario argentino, Lázaro Baéz, se negó a declarar en el marco de la investigación por lavado de dinero y fraude que hay en su contra, por lo que fue enviado a la cárcel de Ezeiza.

Baéz es uno de los empresarios más cercanos a los gobiernos de los Kirchner, periodo en el cual multiplicó sus fortuna, en parte por la gran cantidad de licitaciones públicas que se adjudicó.

Además de Lázaro Baéz, su hijo Martín y Daniel Pérez Gadín -contador del empresario- se negaron a entregar declaraciones al juez Sebastián Casanello , quien está a cargo de la indagatoria.

Luego de esta diligencia, Lázaro Baéz y Daniel Pérez Gadín quedaron detenidos en Ezeiza, mientras que Martín quedó en libertad, a la espera de una decisión del juez, indica La Nación.

Pero a último momento, Baéz y Pérez Gadín aludieron a problemas de salud para evitar quedar retenidos en una celda, siendo finalmente trasladados al hospital del recinto penitenciario.