El juicio por fraude fiscal en Barcelona contra el astro argentino Lionel Messi se vio sometido a varios cambios de fechas en las últimas horas que hicieron peligrar su participación en la Copa América Centenario antes de rectificarse.

El juicio, previsto inicialmente entre el 31 de mayo y el 3 de junio, se aplazó el martes de una semana, hasta el 7 de junio, lo que hubiera impedido la participación de Messi en el primer partido de Argentina en la Copa América, el día 6 contra Chile, actuales campeones de la competición.

Sin embargo, según informó el miércoles una fuente judicial, la Audiencia de Barcelona, encargada del caso, volvió al plan inicial. “Fue un malentendido de fechas”, señaló la fuente, sin detallar más los motivos de estos cambios.

Messi y su padre Jorge Horacio serán juzgados por un presunto fraude fiscal de 4,16 millones de euros (4,72 millones de dólares) correspondientes a derechos de imagen cobrados entre 2007 y 2009 a través de empresas pantalla en Belice y Uruguay, considerados entonces paraísos fiscales.

El juicio contra Messi se hace contra el criterio de la fiscalía, que defendía juzgar únicamente a su padre como gestor de la fortuna del cinco veces ganador de Oro.

Hacienda pide 22 meses de prisión

Sin embargo, el juez instructor se alineó con los postulados del abogado del Estado, representante de la hacienda española, que reclama para Messi 22 meses y medio de prisión. Al ser una pena inferior a dos años y no existir antecedentes por parte del futbolista, la ley española permite no aplicarla.

Messi, el cuarto deportista más rico del mundo según la revista Forbes con unos ingresos de 64,7 millones de dólares en 2014, se vio salpicado el domingo por otro presunto caso de evasión fiscal.

Su nombre y el de su padre figuraban en la filtración de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, epicentro de la investigación “los Papeles de Panamá” destapada el domingo por decenas de medios internacionales.

Según el diario español El Confidencial, partícipe de esta investigación, Messi y su padre crearon una sociedad en Panamá en 2013, justo después de que la fiscalía de Barcelona se querellara contra ellos por fraude fiscal, para seguir evadiendo impuestos.

En un comunicado conjunto con su familia, el capitán de la albiceleste reconoció la existencia de esa sociedad pero aseguró que era “totalmente inactiva” y “jamás tuvo fondos ni cuentas corrientes abiertas”.