John Sculley (76), quien fue director ejecutivo (CEO) de Apple entre 1983 y 1993, reveló al portal financiero Business Insider que el mítico fundador de la compañía, Steve Jobs, no era un hombre tan duro como ha sido retratado.

“Muchas de las películas y representaciones de Steve Jobs sólo se centran en el ‘chico malo’, o la idea de que él no era perfecto. Pero no explican por qué a tantas personas les encantó trabajar con él pese a lo difícil que era, y la razón es porque él era una persona increíblemente emocional”, aseguró Sculley.

Según el mismo medio, esto habría sido confirmado por varias personas entrevistadas por Walter Isaacson, autor del libro biográfico de Jobs.

De hecho, una de las personas con que habló Isaacson fue la propia hermana de Jobs, Mona Simpson, quien en un escrito dijo que su hermano “era un hombre intensamente emocional”. Asimismo, el jefe de diseño de Apple, Jonathan Ive, en una oportunidad señaló que era un tipo muy sensible.

Al ser consultado, por las afirmaciones de múltiples personas en torno a que Jobs frecuentemente lloraba en su oficina, Sculley dijo: “es cierto.”

De acuerdo a la biografía de Isaacson y otras publicaciones (como una de 2011 de Arstechnica), hubo varios momentos en que Jobs lloró delante de sus compañeros de trabajo.

Uno de ellos habría sido cuando el padre del cofundador de Apple Steve Wozniak, instó a su hijo a tomar más propiedad de Apple, ya que él era quien hacía el trabajo de ingeniería de alta resistencia, mientras Jobs comercializaba los productos.

Otro episodio, se habría desatado cuando a Wozniak le entregaron una credencial que decía “#1″, mientras la de él decía “#2″, y luego le dieron una en la que se leía “#0″.

Archivo | Youtube

Archivo | Youtube

También habría llorado cuando fue expulsado de Apple, cuando Time puso el Mac en su portada en lugar de él, cuando vio el primer comercial de Apple, cuando Windows “copió” el Mac, entre otros momentos.

“Lloró por cuestiones de diseño, como cuando el equipo iMac puso una unidad de CD basado en una bandeja en lugar de una ranura. Lloró por cuestiones más profundas de su intimidad personal, tales como el momento en que su cáncer se hizo público”, comentaron en Arstechnica.

Sculley admitió que puede ser que algunos de estos momentos fuesen una manera de Jobs para controlar a la gente porque era un “gran manipulador.” Sin embargo, él cree que fue una manifestación muy real de por qué las personas se sentían atraídas por él.

“Centró sus emociones por completo en los productos que estaba construyendo. Él dedicó cantidades abrumadoras de trabajo duro y estaba dispuesto a sacrificar cosas en su vida personal porque quería crear productos que a la gente le encantaran y él fue muy emocional sobre eso”, indicó.

De hecho el mismo Jobs habría confesado a Isaacson que cuando se encontraba con algo increíble, lloraba. “De vez en cuando, me encuentro en presencia de la pureza – pureza de espíritu y amor – y siempre lloro”, le habría dicho.

¿Qué hizo Steve Jobs cuando un empleado le dijo que algo estaba completamente mal?

Todos los que trabajaron con Steve Jobs, saben que estaba obsesionado con la calidad de sus productos y servicios.

En este contexto, Ron Johnson, ex líder de JCPenney y director de ventas de Apple en la década de 2000, contó una de sus más memorables experiencias que vivió junto a este genio de la tecnología.

Johnson relató que en 2001, cuando Apple estaba preparándose para abrir su primera tienda minorista, iba camino a una reunión de planificación junto al CEO y le comentó que la organización de los productos en el local estaba completamente mal diseñada. Ron le explicó que el recinto estaba ordenado como cualquier otra tienda, es decir, en torno a los diferentes productos que vendían.

“Pero si Apple va a organizarse en torno a actividades como la música y el cine, entonces la tienda debe organizarse en torno a la música y el cine y las cosas que tú haces”, le dijo a Jobs.

El cofundador de la marca le respondió que una reorganización de ese tipo era muy grande y que no había tiempo para ello.

Aunque parecía que la discusión había terminado ahí, 10 minutos más tarde cuando ambos entraron a la reunión que se dirigían, Jobs de inmediato tomó la palabra.

“Bueno, Ron piensa que todo está mal en nuestra tienda. Y tiene razón, así que voy a salir ahora. Y Ron, trabaja con el equipo y diseña la tienda”, dijo el CEO.

Pese a que esto requirió postergar la inauguración del local, Jobs sabía que valía la pena tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien, expresó Johnson.

“No se trata de la velocidad del mercado. En realidad se trata de hacer tu mejor esfuerzo”, concluyó Ron en declaraciones recogidas por el portal de negocios Business Insider.