Destacados cantantes ofrecen Madame Butterfly en el Metropolitan en moderna producción

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Esta versión fue creada en 2006 por el director Minghella, famoso director y guionista, fallecido a los 54 años, hijo de italiano y escocesa, saltó a la fama en 1997 al ganar varios Premios Oscar, entre ellos a la Mejor Dirección, nada menos que con la famosa cinta “El Paciente Inglés”.

La Temporada 2015/2016 de transmisiones en directo, vía satélite, desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, trajo al Teatro Nescafé de las Artes, tarjo Madame Butterfly (1904), en la que se condensa la maestría de Giacomo Puccini: su habilidad para construir sufridos personajes femeninos, transformando la historia en un verdadero melodrama, y su irrefutable capacidad para escribir una partitura cuyas melodías, ritmos y colores se desarrollan al compás de los estados de ánimo de los personajes.

La soprano letonesa Kristine Opolais, una de las intérpretes del rol más destacadas del mundo en la actualidad, asume el papel protagonista del clásico de Puccini en la impresionante producción de Anthony Minghella, que cautiva al público desde su estreno en 2006. En tanto que, Roberto Alagna, tenor estrella francés, es el oficial de marina insensible que rompe el corazón de la geisha. La pareja formada por ambos cantantes, había encarnado recientemente”Madame Lescaut” del mismo Puccini, durante la presente temporada del Met.

Completan los protagonistas más importantes del reparto dos cantantes estadounidenses, el barítono Dwyne Croft y la mezzosoprano María Zifchek, en los roles del cónsul Sharpless y la fiel sirvienta Susuki, respectivamente, con actuaciones muy de acuerdo a sus roles y con espléndidas voces .

En esta versión de “Madame Butterfly”, la producción no es espectacular en la ambientación de la escena misma que rodea la habitación de Cio Cio San, pero si le da una atmósfera más tradicional japonesa, con sus máscaras, vestuario y maquillaje y, muy especialmente, aparte del ballet del acto final -muy bien logrado-, la intervención de marionetas, principalmente la escena con el hijo, aunque por momentos le hace perder emoción por su irrealidad (ella cantándole a una marioneta).

En la parte de canto – que para mí- es lo que más interesa a los aficionados y a los asistentes, destacaron tanto la interpretación como la voz de la soprano Opolais, quien lleva el peso de la obra en gran parte de sus tres actos, además de cantar su única aria importante: “Un bel di vedremo” con una tonalidad y actitud muy especiales, ya que su queja, es con su voz baja llena de encontrados sentimientos y tristes pensamientos , con pocos agudos, más hacia el centro, pero muy profunda, como sobrellevando ella sola su dolor.

En esta ópera, se han hecho particularmente conocidas algunas piezas; aparte de «Un bel di vedremo», el dúo de amor del final del primer acto, el «dúo de las flores» de las dos voces femeninas, el expresivo coro que susurra, la breve aria de despedida de Pinkerton y la conmovedora escena de la muerte de Butterfly, las cuales le dan el marco adecuado al intenso drama que se sucede, en una terrible historia de amor.

En general, ambos protagonistas se lucen, principalmente ella. Alagna destaca por el lirismo y la finura de su voz, aunque su participación es sólo en dos actos.

Director: Karel Mark Chichon

Intérpretes: Kristine Opolais, Roberto Alagna, Maria Zifchak, Dwayne Croft.

Duración aproximada: 3 horas 40 minutos.


Transmisión en directo, con subtítulos en español.

Teatro Nescafé de las Artes
(TNA)
Sábado 2 de abril de 2016

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Esta versión fue creada en 2006 por el director Minghella, famoso director y guionista, fallecido a los 54 años, hijo de italiano y escocesa, saltó a la fama en 1997 al ganar varios Premios Oscar, entre ellos a la Mejor Dirección, nada menos que con la famosa cinta “El Paciente Inglés”.

La Temporada 2015/2016 de transmisiones en directo, vía satélite, desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, trajo al Teatro Nescafé de las Artes, tarjo Madame Butterfly (1904), en la que se condensa la maestría de Giacomo Puccini: su habilidad para construir sufridos personajes femeninos, transformando la historia en un verdadero melodrama, y su irrefutable capacidad para escribir una partitura cuyas melodías, ritmos y colores se desarrollan al compás de los estados de ánimo de los personajes.

La soprano letonesa Kristine Opolais, una de las intérpretes del rol más destacadas del mundo en la actualidad, asume el papel protagonista del clásico de Puccini en la impresionante producción de Anthony Minghella, que cautiva al público desde su estreno en 2006. En tanto que, Roberto Alagna, tenor estrella francés, es el oficial de marina insensible que rompe el corazón de la geisha. La pareja formada por ambos cantantes, había encarnado recientemente”Madame Lescaut” del mismo Puccini, durante la presente temporada del Met.

Completan los protagonistas más importantes del reparto dos cantantes estadounidenses, el barítono Dwyne Croft y la mezzosoprano María Zifchek, en los roles del cónsul Sharpless y la fiel sirvienta Susuki, respectivamente, con actuaciones muy de acuerdo a sus roles y con espléndidas voces .

En esta versión de “Madame Butterfly”, la producción no es espectacular en la ambientación de la escena misma que rodea la habitación de Cio Cio San, pero si le da una atmósfera más tradicional japonesa, con sus máscaras, vestuario y maquillaje y, muy especialmente, aparte del ballet del acto final -muy bien logrado-, la intervención de marionetas, principalmente la escena con el hijo, aunque por momentos le hace perder emoción por su irrealidad (ella cantándole a una marioneta).

En la parte de canto – que para mí- es lo que más interesa a los aficionados y a los asistentes, destacaron tanto la interpretación como la voz de la soprano Opolais, quien lleva el peso de la obra en gran parte de sus tres actos, además de cantar su única aria importante: “Un bel di vedremo” con una tonalidad y actitud muy especiales, ya que su queja, es con su voz baja llena de encontrados sentimientos y tristes pensamientos , con pocos agudos, más hacia el centro, pero muy profunda, como sobrellevando ella sola su dolor.

En esta ópera, se han hecho particularmente conocidas algunas piezas; aparte de «Un bel di vedremo», el dúo de amor del final del primer acto, el «dúo de las flores» de las dos voces femeninas, el expresivo coro que susurra, la breve aria de despedida de Pinkerton y la conmovedora escena de la muerte de Butterfly, las cuales le dan el marco adecuado al intenso drama que se sucede, en una terrible historia de amor.

En general, ambos protagonistas se lucen, principalmente ella. Alagna destaca por el lirismo y la finura de su voz, aunque su participación es sólo en dos actos.

Director: Karel Mark Chichon

Intérpretes: Kristine Opolais, Roberto Alagna, Maria Zifchak, Dwayne Croft.

Duración aproximada: 3 horas 40 minutos.


Transmisión en directo, con subtítulos en español.

Teatro Nescafé de las Artes
(TNA)
Sábado 2 de abril de 2016