Aunque se llevó la Gaviota de Plata tras su presentación en el Festival de Viña del Mar en febrero pasado, no todo fue color de rosas para Pedro Ruminot. La última parte de su rutina fue muy criticada y además se le cuestionó por antiguas rencillas con Natalia Valdebenito, una de las grandes triunfadoras del humor en Viña y ex colega suya en el Club de la Comedia.

Ya varias semanas después de ese complicado paso por el certamen, el comediante publicó un honesto y sentido manifiesto en el diario La Tercera donde se refirió a este tema, a su supuesto lazo con el PRO, el cáncer que debió enfrentar y también a otra gran verdad de la que nunca antes habló: el asperger.

“No fui con la intención de ser un éxito rotundo en el Festival de Viña. Habría sido un mentiroso si hubiese subido a Viña a hablar de actualidad, política y hacer todo lo fácil para llevarme la ovación. Tampoco fui para quedar bien y que después me llamaran de todos lados y tener miles de contratos. Pensé: tengo que hacer lo mismo que hago en un bar, y eso hice. Hay cosas que no filtré, porque no soy farsante. Para mí nunca fue un sueño llegar al Festival de Viña. La primera vez que bajé del escenario me dio un ataque de risa, porque estaba muy nervioso. La segunda vez, miré a mi mánager y le dije que creía que lo había hecho muy rápido y que había salido bien como las hueas la última parte. El me miró y me contestó: sí, es cierto” empezó su relato.

Tras revelar que está escribiendo un libro sobre paternidad junto a una amiga y Malaimagen y que además está preparando una película, se refirió por primera vez a su condición.

Tengo asperger. Es primera vez que lo cuento, pero ya no tengo de qué avergonzarme ni nada que ocultar. Me cuesta expresarme, no entiendo las insinuaciones ni los dobles sentidos, y tengo que controlar las cosas que digo“, confesó.

Ruminot también contó cómo fue que lo supo. “El diagnóstico partió así: hay cosas que no entendía de mí y empecé a ir al psicólogo después de que me pasaron muchos chascarros en mi pega, como la discusión con Francisco Vidal en un programa de televisión. A veces me hacen preguntas y digo lo primero que me sale, lo que realmente pienso, en lugar de decir ‘tengo que procesar esta respuesta, porque me puede traer consecuencias’” indicó.

“No hay tratamiento para esto, así es que tengo que recibir la información, procesarla y responder. Ahora que lo estoy asumiendo soy un poquito más libre”, añadió.

El Club de la comedia, su supuesto vínculo con el pro y el cáncer

En la ocasión, Ruminot además tuvo palabras para el programa que lo catapultó a la fama. “Para mí, El Club de la Comedia no significa nada. El programa es parte de mi pasado y no miro hacia atrás nunca. No sé si todos los integrantes de El Club de la Comedia nos odiábamos, pero sí sé que todo era intenso”.

En relación a Natalia Valdebenito afirmó que nunca decía nada sobre ella, “porque creo que se puede agrandar el círculo y la historia”.

“Fue un programa donde estuve entre los creadores, pero prefiero pensar que voy a inventar algo mejor en el futuro antes que llorar o seguir hablando de algo que se acabó. Es complicado trabajar en grupos creativos, porque siempre alguien queda herido y llora años por eso. Prefiero seguir adelante y, pese a lo mal que lo pasé en los dos últimos años, nunca me senté a pensar qué pasó o quiénes fueron los culpables. Y me aburre mucho sólo escuchar El Club de la Comedia”, indicó.

También, el comediante aclaró que no era cierto que será candidato a alcalde por el PRO. “Sí me ofrecieron la candidatura, pero no me siento preparado. Si hago algo así alguna vez, sería desde abajo, de la manera más humilde posible, luego como concejal durante algunos años y luego alcalde. No quisiera llegar a ser candidato sólo por ser conocido, prefiero el camino largo. Quizá a los 50-55 años podría ser. Si es que vivo hasta esa edad”.

Respecto al cáncer por el que atravesó señaló que se dijo a sí mismo que no iba a morir y que necesitaba dormir para que se le pasara. “Esa vez pensé que era una cámara escondida, porque en ese tiempo hacían un programa de ese estilo y yo ya salía en la tele. Pero no fue así. Me dijeron que me iba a morir en 15 días y me fui en una camilla a una sala común con puros abuelitos. Éramos como 20. No entendía mucho. Me afectó un ratito, pero no alcancé a deprimirme. Fue un día de pena y luego dije: no saben nada los doctores; no me voy a morir. Y tuve razón: no tenían idea de nada”, aseguró.

Finalmente dijo que sabía que los programas de farándula no lo querían porque él no los “pescaba” y que ama la cocinar, por lo mismo le gustaría tener una panadería o cualquier negocio donde tenga la oportunidad de hacerlo.