Sinfónica de Chile se luce con obras de Beethoven, Mendelssohn y Shostakovich

ARCHIVO | Rodrigo Saenz | Agencia UNO
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El segundo concierto de la temporada 2016 de la Orquesta Sinfónica de Chile, en el Teatro del CEAC, denominado “Primavera, Alegría y Juventud”, en el cual el destacado maestro austríaco Martin Sieghart tomó nuevamente la batuta, partió con la Obertura Leonora N°3, de Ludwig van Beethoven en Do, op.72b, del afamado compositor alemán.

Escrita a comienzos de 1806 y estrenada en marzo de ese mismo año, esta pieza posee gran contenido dramático. Al igual que las otras dos oberturas homónimas, toma algunos temas de la ópera como el aria de Florestán y además la llamada de trompeta del centinela de Pizarro, que se escucha detrás del escenario.

La obra destacó plenamente por su sonoridad y su ritmo entre clásico y romántico. Tiene forma sonata y su introducción es lenta y funciona como una composición autónoma. Al igual que las otras dos “Leonoras” fueron consideradas por Beethoven, como oberturas para su única ópera, Fidelio, pero luego descartadas.

La orquesta lució plenamente sus cuatro familias instrumentales. Muy bien las cuerdas, en que la ausencia de uno de sus titulares, Héctor Viveros, fue suplida exitosamente, por el ayudante de solista, Fabián Cáceres, quien al término del concierto fue muy felicitado por el conductor austríaco.

A continuación, la velada contó con la ejecución del Concierto para violín en re menor de Félix Mendelssohn, en que sobresalió como solista, la participación especial del concertino de la Sinfónica Alberto Dourthé, quien dio la sorpresa de la noche al ser ovacionado por su brillante ejecución de esta hermosa pieza compuesta por el autor germano cuando sólo tenía 13 años de edad y que ya demuestra aquí sus rasgos geniales.

La excelente velada culminó con la Sinfonía N° 6 en si menor de Dmitri Shostakovich, obra compuesta en 1939 y estrenada en noviembre de ese año en San Petersburgo –por entonces llamada “Leningrado”– alcanzando un gran éxito. Estructurada en tres movimientos, el primero de ellos presenta una música de carácter introspectivo, lento y de gran longitud ocupando dos tercios de la obra, lo que contrasta con los dos siguientes movimientos, ambos de carácter ágil, virtuoso y de corta duración. Los diversos pasajes de esta sinfonía, contaron con la orquesta completa, plenamente compenetrada en la idea tanto de Shostakovich como del director Sieghart, para brindar una completa versión de la obra del ruso, que significaron aplausos de reconocimiento por varios minutos para el conductor y la totalidad de los integrantes de las cuatro familias instrumentales.

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El segundo concierto de la temporada 2016 de la Orquesta Sinfónica de Chile, en el Teatro del CEAC, denominado “Primavera, Alegría y Juventud”, en el cual el destacado maestro austríaco Martin Sieghart tomó nuevamente la batuta, partió con la Obertura Leonora N°3, de Ludwig van Beethoven en Do, op.72b, del afamado compositor alemán.

Escrita a comienzos de 1806 y estrenada en marzo de ese mismo año, esta pieza posee gran contenido dramático. Al igual que las otras dos oberturas homónimas, toma algunos temas de la ópera como el aria de Florestán y además la llamada de trompeta del centinela de Pizarro, que se escucha detrás del escenario.

La obra destacó plenamente por su sonoridad y su ritmo entre clásico y romántico. Tiene forma sonata y su introducción es lenta y funciona como una composición autónoma. Al igual que las otras dos “Leonoras” fueron consideradas por Beethoven, como oberturas para su única ópera, Fidelio, pero luego descartadas.

La orquesta lució plenamente sus cuatro familias instrumentales. Muy bien las cuerdas, en que la ausencia de uno de sus titulares, Héctor Viveros, fue suplida exitosamente, por el ayudante de solista, Fabián Cáceres, quien al término del concierto fue muy felicitado por el conductor austríaco.

A continuación, la velada contó con la ejecución del Concierto para violín en re menor de Félix Mendelssohn, en que sobresalió como solista, la participación especial del concertino de la Sinfónica Alberto Dourthé, quien dio la sorpresa de la noche al ser ovacionado por su brillante ejecución de esta hermosa pieza compuesta por el autor germano cuando sólo tenía 13 años de edad y que ya demuestra aquí sus rasgos geniales.

La excelente velada culminó con la Sinfonía N° 6 en si menor de Dmitri Shostakovich, obra compuesta en 1939 y estrenada en noviembre de ese año en San Petersburgo –por entonces llamada “Leningrado”– alcanzando un gran éxito. Estructurada en tres movimientos, el primero de ellos presenta una música de carácter introspectivo, lento y de gran longitud ocupando dos tercios de la obra, lo que contrasta con los dos siguientes movimientos, ambos de carácter ágil, virtuoso y de corta duración. Los diversos pasajes de esta sinfonía, contaron con la orquesta completa, plenamente compenetrada en la idea tanto de Shostakovich como del director Sieghart, para brindar una completa versión de la obra del ruso, que significaron aplausos de reconocimiento por varios minutos para el conductor y la totalidad de los integrantes de las cuatro familias instrumentales.