El Gobierno de México desató la polémica en los últimos días tras anunciar una nueva ley en donde todos serán donantes de órganos por defecto (a menos que indiquen lo contrario) y la familia no podrá decidir sobre el cadáver.

Esto tras los bajos índices que se registran en el país, en donde los donantes alcanzan 3 entre un millón de habitantes, situándolo como uno de los más bajos a nivel mundial.

Según consigna el diario El País, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Mikel Arriola fue el encargado de dar a conocer la noticia tras la cual toda persona que fallezca o sufra muerte cerebral será automáticamente donante de órganos sin la necesidad de pedir autorización a la familia, esto claro, si la cámara de diputados aprueba el controlversial proyecto de ley.

Según la normativa actual, explicó Arriola, si una persona no ha expresado claramente que quiere ser donante, se pierden. “La mejor práctica tendría que decir que si no está expresamente negado, se autoriza” dijo.

Pero esta no es la primera vez que se intenta abogar por aumentar la cifra en el país del norte, ya que en octubre de 2015 el partido Verde Ecologista también impulsó dicha normativa, por lo que ven con buenos ojos que el Gobierno esté preocupado de mejorar el índice para poder salvar vidas.

Según consigna el medio, hay dos ejes centrales que quiere abordar el proyecto de ley: Aumentar el número de donantes que ya han fallecido (ya que actualmente el 58% lo realizan personas vivas en medida de lo posible) y que no sea la familia quien decida qué pasa con los órganos.