Hace algunos años Alain Soulat decidió partir de Chile y aceptar la oferta de ser parte de la versión paraguaya de Calle 7. El formato de TVN ha tenido tanto éxito en dicho país, que ya realizaron una versión Vip y actualmente están preparando una edición internacional.
Justamente este programa es el que contará con la conducción del ex participante de Amor CIego, que asumirá como animador oficial.
“Estoy muy contento por el recibimiento, no es fácil ser extranjero y estar en el puesto que otro paraguayo quisiera, y me han recibido muy bien. Yo he tratado de sopesar ese punto que quizás para algunos no es importante pero yo siento la presión, por eso hago mi trabajo con dedicación y estoy muy contento”, señaló el comunicador al sitio noticias paraguayas EPA.
Soulat vive en el país desde el 2011 y ha llamado la atención en Paraguay por trasladarse siempre en transporte público o bicicleta. “Solamente cuando llueve o hace mucho calor, me subo al colectivo. Después siempre ando en bici para ir al Canal”, comentó a Crónica.com.
Pero gracias a la fama que ha comenzado a cosechar, pronto tendrá que cambiar de estrategia. “Sí, me miran mucho. Siento que me reconocen, pero parece que no se animan a hablarme. De vez en cuando alguien se acerca a pedirme una foto. Igual hay algunos pocos que me dicen de cómo siendo conductor de televisión no tengo plata para comprarme un auto”, dijo.
“La gente cree que porque trabajas en la tele sos millonario y no es así. A mí me gusta andar en bicicleta o en colectivo, me hace poner los pies en la tierra y conocer cómo anda la gente que va a trabajar todos los días”, reconoció.
Recuperación
Hace cinco años fue diagnosticado con la enfermedad de Esclerosis múltiple, patología autoinmunitaria que afecta el cerebro y la médula espinal. Durante todo este tiempo el joven ha estado en tratamiento para poder vivir de la manera más normal su vida, periodo en que solo ha presentado un brote, pese a ello se mantiene estable.
“El doctor me dijo que tenía esclerosis múltiple y lo primero que pensé fue que era una enfermedad a los huesos, como la artritis. Me dijo que no tenía cura, y quise saber si me iba a morir, para pedir un crédito e irme a recorrer el mundo. Fueron los ocho minutos más dolorosos de mi vida, porque eso duró mi pena. Cuando supe que no iba a morir, lo único que pensé fue en ver cómo lo haría para caminar de nuevo y hablar tranquilo”, explicó hace algunos años a Emol.
Una foto publicada por Alain Soulat (@alainsoulat) el
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