Preocupación existe en el Colegio Médico en la región de Antofagasta por el alto índice de Plomo que presentan en sus cuerpos cuatro niños de la ciudad.

De los 10 micrográmos (ug) máximos que permiten desde el Ministerio de Salud, los infantes presentan 5, 6, 7 y 8 ug por decilitro de sangre respectivamente.

Todos estos casos están siendo controlados por el Policlínico Medioambiental del Hospital Regional de Antofagasta.

Como comparación, en Estados Unidos se estableció desde 2012 un límite máximo para niños contaminados con este producto de 5 ug , mientras que en nuestro país lo permitido alcanza el doble.

Es por eso que el equipo de pediatras que están a cargo a cargo del control de los menores afectados, están pidiendo establecer el límite en 4,3 ug por decilitro, algo que está siendo ampliamente apoyado por parte del Colegio Médico Regional Antofagasta y con ello, velar por la salud de los menores en la zona.

Por su parte, el 50% de los niños estudiados presentan una media de 2 ug, lo que muestra que hay un nivel de contaminación transversal.

Esto representa, según el cuerpo colegiado, que “la intervención medioambiental de limpieza en establecimientos realizada por las autoridades, no modificó los niveles de plomo en los pacientes“.

Es por ello (y a fin de lograr controlar la contaminación en los niños) es que se realizará un nuevo muestreo en el Liceo Técnico A-14, Jardín Semillita y el Liceo Marta Narea A-17, ya que el plomo se puede presentar en todos los niños y jóvenes de Antofagasta, sin importar la edad.

Preocupación que ha sido constante por parte del Colegio Médico. De hecho Ricardo Díaz, miembro del cuerpo colegiado y vocero de la organización “Este Polvo Te Mata” envió hace un par de días una carta que fue leída en comisión de la Cámara por parte del diputado Giorgio Jackson.

El texto consigna los problemas de salud y ambientales que presentan quienes deben convivir cada día con el polvo en suspensión de metales pesados.

“Cada mañana mi auto y las ventanas de mi casa aparecían impregnadas de un polvillo negro muy brillante y viscoso que de tanto verlo se hacía invisible. El Colegio Médico demostró que este polvo tiene más de 16 metales pesados” consigna el documento, “metales como cobre, zinc, plomo, cadmio y otros, que descubrí están asociados al surgimiento de enfermedades nerviosas, a trastornos de aprendizaje y al tan temido cáncer”.

Mi vida dejó de ser tranquila. De pronto nos fuimos dando cuenta que la cantidad de personas enfermas de cáncer era más de ocho veces la media nacional y nos dimos cuenta que las cifras de autismo en la región son las más altas”, se lamentó el dirigente.

“En resumidas cuentas este polvo nos está matando, pero es una muerte lenta, es una muerte hipócrita, una muerte maricona que cada día se sienta en nuestras mesas, en nuestras casas y que va cobrando víctimas sin que nadie haga algo por detenerla. Los antofagastinos van muriendo poco a poco. Su calidad de vida es la peor de Chile y pareciera que todos dicen ¿y qué?”, sentencia.

“Se han encontrado trazas de metales pesados en cordones umbilicales de niños recién nacidos y todavía no se instala el tribunal ambiental prometido hace más de dos años y no nos podemos defender (…)”, reclamó.

Consecuencias del plomo en el cuerpo

Para entender los riesgos que conlleva los altos índices de plomo en la sangre, hay que hacer presente que por la toxicidad que éste presenta, tiene graves consecuencias principalmente para los niños según explica la Organización Mundial de la Salud.

El plomo ataca el cerebro y el sistema nervioso central, pudiendo incluso provocar coma, convulsiones o la muerte.

Quienes fueron expuestos a altas concentraciones de éste polvo y sobreviven, en su mayoría padecen diversas secuelas, entre ellas problemas psicomotores y trastornos del comportamiento, entre otras.