Esta semana causó impacto a nivel mundial, el secuestro de un avión de la compañía EgyptAir por parte de un hombre, cuyo móvil no estaba relacionado con el terrorismo sino que aparentemente con motivos sentimentales.

Según informó la prensa internacional, el sujeto -identificado como Seif Eldin Mustafa- se apoderó del vuelo MS181 que recorría la ruta entre Alejandría y El Cairo en Egipto, desviándolo a Chipre.

Aunque los motivos no están del todo claros, algunas fuentes señalan que el secuestrador -que llevaba un chaleco con explosivos falsos- buscaba entregar una carta a su ex esposa y habría exigido la puesta en libertad de varias mujeres encarceladas en Egipto.

Pero otro hecho anecdótico ocurrido en torno a este curioso incidente, fue el protagonizado por el pasajero Benjamin Innes, un británico de 26 años,

Este último, quien estuvo secuestrado por 5 horas junto a otras 55 personas, pidió una selfie a Seif con la ayuda de un miembro de la tripulación que ofició como traductor.

“Pensé que si su bomba era real no había nada que perder de todos modos, así que aproveché la oportunidad de echar un vistazo más de cerca”, dijo Benjamin al diario británico The Sun, comentando que cuando hizo la petición, el secuestrador sólo se encogió de hombros.

“Entonces me puse a su lado y sonreí para la cámara mientras la azafata sacaba la foto. Tiene que ser la mejor selfie de la historia”, comentó.

Benjamin Innes | Twitter

Benjamin Innes | Twitter

El osado pasajero, además afirmó que le envió mensajes a su mamá para contarle lo ocurrido. “Mi madre estaba frenética y preocupada y me decía que no hiciese nada que llamase la atención”, dijo Seif, quien aseguró que con la excusa de la foto sólo pretendía comprobar si los explosivos eran reales.

“Pude ver una cinta alrededor de su cintura y que se aferraba a una especie de gatillo”, indicó y declaró que aunque tuvo miedo, notaba que el secuestrador parecía demasiado tranquilo como para tener una bomba amarrada al cuerpo.

Benjamin dijo también que el miedo de los pasajeros comenzó a disiparse cuando al aterrizar en Chipre, el sujeto liberó a las mujeres y los niños y luego comenzó a realizar raras exigencias como reunirse con representantes de la Unión Europea, ver a su ex esposa, que le dieran asilo político y que liberaran a un grupo de mujeres encarceladas en Egipto.

La acción del pasajero británico ha sido muy criticada tanto por expertos en seguridad como usuarios de redes sociales, ya que creen que pudo poner en peligro al resto de los pasajeros.

Cabe destacar que Seif Mustafa permanece detenido. El individuo tiene un historial judicial por robos, falsificación de documentos, suplantación de identidad, y drogas.