La Red de Defensa por los Territorios anunció un incremento de las movilizaciones en La Araucanía si se siguen aprobando proyectos energéticos.

La proximidad con territorios indígena, la inexistencia de estudios de impacto ambiental o falta de consultas ciudadanas son algunos de los argumentos que usan las agrupaciones ambientalistas para oponerse a los más de 40 proyectos energéticos que se pretenden instalar en la región.

Álvaro Herrera, secretario de la organización ecológica “Vive Curacautín”, criticó que no se considere la opinión de los vecinos sobre la proyección económica que desean para sus respectivas comunas.

Paola Lacalle, vocera del movimiento “Por los Derechos de Freire”, dijo que se oponen a los proyectos cuando son aprobados sin existir estudios de impacto ambiental de por medio.

También indicó que la aprobación de termoeléctricas como la Rakun, aprobada para ser instalada en Freire y que pretende utilizar biomasa agrícola para generar energía, además de contaminar, ponen en riesgo la apicultura y por ende las fuentes de alimento.

Leonardo Crisostomo Loncopan, werken del Lof Trancura de Curarrehue, señaló que no se oponen al desarrollo sino a la destrucción de la naturaleza, además lamentó que existan nuevos proyectos en carpeta.

Los dirigentes no descartaron acudir a instancias internacionales para detener la instalación de los proyectos en sus respectivos territorios y anunciaron una nueva marcha por las calles de Temuco, que se realizará el próximo 23 de abril y que congregará a diversas organizaciones de La Araucanía.