Los estados de Alaska, Hawai y Washington votan este sábado para escoger al candidato presidencial demócrata con el senador Bernie Sanders forzado a ganar ampliamente para acercarse a Hillary Clinton.

Los demócratas de esos tres estados se pronunciarán en sus respectivos caucus, asambleas partidarias en las que se vota generalmente a mano alzada. En Hawai, en cambio, el pronunciamiento del caucus será mediante voto secreto.

El bastión más importante es Washington, que otorga 110 delegados a la convención nacional del Partido Demócrata que se celebrará a fines de julio en Filadelfia para postular al candidato. 

El senador Sanders, que se audtodefine como un demócrata socialista, realizó tres grandes actos en el estado de Washington durante la semana. En Seattle congregó a una multitud en un estadio de béisbol.

“¡Necesitamos una revolución política”, dijo tras criticar la brutalidad de la Policía, el bajo salario mínimo, las deudas que agobian a los estudiantes y otros males de Estados Unidos.

“Si la participación es fuerte en Washington saldremos muy bien”, dijo Sanders el viernes en Portland, la ciudad más populosa del vecino estado de Oregon, que se pronunciará en mayo.

Sanders citó encuestas que lo señalan como holgado ganador si compite contra el republicano Donald Trump en las presidenciales de noviembre.

“Pensar en Trump en la Casa Blanca provoca extrañas reacciones (…), que  generan náuseas y otros síntomas. Pero la buena noticia es que Donald Trump no será presidente de Estados Unidos”, afirmó. 

Más de la mitad de los delegados demócratas han sido asignados ya en una treintena de primarias. Hillary Clinton ha conseguido el 57% de ellos, a los cuales se les sumará el apoyo declarado de unos 500 “superdelegados”; como se denomina a dirigentes y legisladores que votarán en la Convención Nacional que se realizará dentro de cuatro meses.

Clinton cuenta con 1.711 delegados contra 952 de Sanders, según una estimación de la cadena CNN. Para ser investido en la Convención Nacional se precisan 2.383 votos.

Para superar a Clinton, Sanders está obligado a ganar por amplio margen las primarias que faltan.

En los estados en los que se vota este sábado, los sondeos son bastante escasos como para mostrar una tendencia. 

Empero Clinton parece esperar un resultado honorable en Washington en donde hizo campaña el martes y en donde también hicieron campaña su esposo, Bill, y su hija, Chelsea.

En 2008 Barack Obama le ganó holgadamente en Washington a Hilllary  Clinton, y en 1992 Bill Clinton terminó cuarto en ese Estado.

El gobernador, las dos senadoras y los seis representantes demócratas de Washington ya le han dado su apoyo.

Clinton ha cortejado a los sindicatos al visitar Everett; donde 30.000 trabajadores de Boeing fabrican en una gigantesca planta los 747 y los Dreamliner, entre otros aviones.

“Cometemos un grave error al debilitar el trabajo de carpinteros, plomeros, técnicos, electricistas y soldadores”, dijo Clinton el martes al divulgar propuestas para dar impulso a la industria manufacturera.

Las próximas semanas serán relativamente calmas. En abril habrá primarias en Wisconsin (el 5), Wyoming (el 9) y Nueva York (el 19), antes de un nuevo “supermartes” el día 26, con primarias en 5 estados.