En busca de respuestas se encuentra la familia del ciudadano chileno Francisco Javier Romero Astorga, quien falleció el 13 de marzo al interior del Centro Correccional Maplehurst de Milton, Ontario -Canadá-, por causas que aún no son del todo precisadas.

El chileno estaba detenido tras escapar en noviembre de 2015 de las dependencias de la Agencia de Servicios Fronterizos de ese país y, según el reporte de este mismo organismo, Romero sufrió un “problema médico” que obligó a su traslado a un hospital local, muriendo en el trayecto.

Al respecto, junto con pedir que se aclare de una vez por todas por qué Francisco Romero murió, los familiares del fallecido exigieron al Ministerio de Relaciones Exteriores financiar el costo de más de 5 millones de pesos para concretar el trámite de repatriación de los restos.

Tras recibir la negativa del ministerio, los familiares aseguraron que la Cancillería no les ofreció ayuda para repatriar el cuerpo, y que incluso solo se remitieron a entregar la información del fallecimiento.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores señalaron a BioBioChile que comprenden el dolor y la angustia de los familiares por la situación, pero aclararon que de inmediato se efectuaron las coordinaciones con el embajador en Canadá y el director general consular para recabar detalles del tema.

Asimismo, aclararon que el costo del traslado será solicitado a las autoridades canadienses una vez que finalicen los exámenes toxicológicos con los que se compruebe la causa de la muerte del chileno.

La Cancillería añadió también que le es imposible asumir este costo ya que no cuentan con recursos destinados a la repatriación de cuerpos, dado que se requeriría más de 1.000 millones de pesos para todos los chilenos que mueren en el exterior anualmente.

El portal local The Star destacó que la muerte de Francisco romero se suma a otros 13 detenidos por la Agencia de Servicios Fronterizos que han fallecido desde 2000 hasta la fecha, las que carecen de mayor justificación o explicación.