Fue la imagen del fin de semana en la Fórmula Uno. La secuencia donde el piloto español Fernando Alonso impactó la rueda trasera izquierda del Haas de Esteban Gutiérrez y perdió el control de su McLaren, se tomó la primera fecha de la temporada 2016 de la máxima categoría tuerca.

Como era de esperar, la espectacularidad del accidente -que incluyó un par de vuelta ‘de campana’- hizo temer lo peor, aunque finalmente la imagen de Alonso caminando sin grandes desde la zona de seguridad del circuito de Melbourne (Australia) dificultades tranquilizó a todos.

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Una vez descartado el daño físico en los pilotos, la atención pasó a las consecuencias que quedaron en el auto del equipo británico, aparentemente inutilizable por completo. Pero la sorpresa fue grande al notas que gran parte del chasis quedó en buenas condiciones y deberá sufrir algunas reparaciones menores, según indica el diario español Marca.

Es más, quizás si la mayor preocupación pasaba por el motor, el que no ha sufrido mayor daño y no deberá ser desechado, algo positivo pensando en el reglamento de la categoría que pone un límite de cinco unidades de potencia a utilizar por cada piloto a lo largo de la temporada. Otra estructura clave que se rescató fue la caja de cambios.

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De todas maneras, la escudería con sede en Woking deberá invertir una buena suma para volver a dejar operativo el monoplaza del asturiano: 300 mil euros (227 millones de pesos chilenos, aproximadamente).

¿Que deberán rehabilitar? Principalmente las piezas de fibra de carbono que se rompieron en su totalidad y que no se pueden reciclar, además de otras partes como los brazos de suspensión. Un trabajo importante, pero con un costo monetario y de salud bastante menor al pensado en los minutos posteriores al accidente de Alonso.