Dos casos distintos tuvo esta semana Espías del Amor, cuando sus conductores Marcelo Arismendi y Andrés Alemparte iniciaron las investigaciones correspondientes para ayudar a dos mujeres que buscaban la verdad.

La primera de ellas fue Roxana, quién desde hace dos años recibe mensajes en redes sociales diciéndole que su marido le es infiel. Para poder dar con la verdad, un integrante del equipo se hizo pasar por un pasajero del taxi del hombre e hizo que éste se confesara con él.

La idea inicial era saber si ésta persona visitaba un motel llamado Abismo de Pasión, tal como los mensajes le comentaban a la mujer. Tras algunos minutos, el taxista dijo conocer el lugar aunque aseguró que nunca había entrado al lugar pues estaba muy cerca de su hogar.

Aunque por un momento parecía que las cosas iban bien, el hombre siguió hablando y confesó que frecuentaba otros moteles y que tenía una amante de nacionalidad peruana.

Finalmente, Roxana descubrió y enfrentó a la amante de su marido, quien negó todo, al igual que el taxista al ser confrontado por su esposa.

Con el paso de los meses la mujer señaló que encontraba que su pareja había cambiado y estaba tratando de reconquistarla.

Emoción y críticas

La semana pasada el programa utilizó sus recursos para reunir a una madre con un hijo que no había visto en más de 10 años. Algo similar se vivió este martes.

En esta ocasión, Isabel, una madre que vivía con la angustia de no saber nada sobre el hijo que le arrebataron hace 18 años, logró volver abrazarlos después de tantos años gracias a la ayuda del espacio de Chilevisión, algo que aunque emocionó a un sector del público, no convenció por completo a los cibernautas.

En redes sociales los comentarios sobre el cambio de rumbo del programa se multiplicaron y los usuarios de Twitter fueron cada vez más duros con sus críticas comparándolos con Corazones Service de Venga Conmigo o con las historias emotivas de los matinales.

Mira aquí algunos comentarios.