Inquietud ha generado en la arena política de la región del Bío Bío, la preocupación que reina entre los funcionarios de la Seremi de Desarrollo Social, quienes están expectantes ante los resultados del sumario administrativo ordenado en contra del ex timón de esa cartera, Patricio Torres, por abuso sexual. Acusan retraso y lentitud en la entrega de esta información, e incluso temen que el caso se diluya, sin ser informado a la comunidad.

Recordemos que han transcurrido casi 6 meses desde el comienzo de esta investigación y aún no hay luces de un resultado, menos de una sanción. Detalles, que estarían listos en un informe en manos del subsecretario del ramo, Juan Eduardo Faúndez, quien -bajo el argumento de que la investigación “continúa abierta”- rechazó nuevamente referirse al tema.

Silencio absoluto y nula información que ha preocupado especialmente a la oposición regional, donde el consejero regional por RN, Gabriel Torres, afirmó que no se puede apelar a que la gente “se olvide del tema”.

Este silencio es “nefasto para la transparencia” aseguro el consejero de la UDI, Luis Santibañez, quien llamó al Gobierno a hacerse cargo, a ser transparentes, a aplicar sanciones con rigor y que esto no se transforme en un simple “un saludo a la bandera”.

Una visión similar tuvo el consejero DC, Edmundo Salas, quien llamó al Gobierno a entregar esta información, sea cual sea su resultado.

Desde la vereda de la ciudadanía, Mónica Sanchéz, de la vocalía de Género y Sexualidad de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, sostuvo que no entregar esta información es otro tipo de violencia machista y agregó que esto responde a un año de elecciones.

Sin embargo, desde el Gobierno, la directora regional del Sernam, Valentina Medel, descartó cualquier tipo de intervención u operación política oficialista en este proceso, afirmando que es normal que este tipo de sumarios se demoren tanto tiempo.

Mientras tanto, continúa la incertidumbre al interior de la Seremi de Desarollo Social, se mantiene el silencio desde la Subsecretaría del ramo, la causa penal está estancada y se observa un escenario estático e incluso indiferente frente a uno de los casos mas polémicos y escandalosos de los que la política penquista tenga recuerdo.