El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció este martes los “ataques despreciables (que) golpean el corazón de Bélgica y el centro de la Unión Europea”, tras los atentados que dejaron al menos una treintena de muertos en Bruselas.

El jefe de la ONU, citado por su portavoz, “expresó su solidaridad con el pueblo y el gobierno belgas”.

“El secretario general espera que los responsable sean rápidamente llevados ante la justicia”, agregó.

Unas 34 personas murieron y más de 200 resultaron heridas por una serie de explosiones en el aeropuerto de Bruselas y en un tren del metro.

El ataque ocurrió cuatro días después de la detención en la capital belga de Salah Abdeslam -principal sospechoso de los atentados terroristas en París reivindicados por el grupo Estado Islámico- tras cuatro meses de fuga.

Ban “está convencido del compromiso de Bélgica y Europa con los derechos humanos, la democracia y de que la convivencia pacífica continuará siendo la respuesta correcta y duradera al odio y la violencia de quienes fueron victimas hoy”, según la declaración.