Las críticas por su nombramiento como primer ministro mientras es investigado por lavado de activos en el caso Petrobras, trajo al recuerdo una declaración del expresidente, pronunciada mientras era diputado por el Partido de los Trabajadores.

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“En Brasil es así: cuando un pobre roba, va a la cárcel; cuando un rico roba, se convierte en ministro”, sentenciaba Lula en 1988.

La frase, consignada ese año por el diario O’Globo, cobra un inesperado sentido luego de su fallido nombramiento como primer ministro, lo que le hubiese permitido obtener fuero y evadir una posible prisión preventiva en el caso Petrobras, liderado por el juez Sergio Moro.

El nombramiento de Inacio Lula da Silva como primer ministro de Dilma Rousseff fue visto por analistas como uno de los últimas cartas del expresidente para evadir a la justicia y enmendar el rumbo de su Gobierno, donde la oposición intenta destituirla del cargo.

Este jueves, la prensa reveló una grabación telefónica de la policía brasileña, donde la exmandataria le ofrecía el cargo a Lula: “Úsalo solo en caso de necesidad. Es el acta [de ministro], ¿vale?”