“Sudáfrica no pagó sobornos” para obtener la organización del Mundial de fútbol 2010, declaró este jueves el ministro sudafricano de Deportes Fikilie Mbalula, un día después de la publicación de un informe de la FIFA, en el que se aseguró que la corrupción jugó un papel fundamental en la atribución de este torneo.

“Sudáfrica no pagó sobornos y tampoco conspiró para obtener ilegalmente el derecho de acoger el Mundial FIFA-2010″, señaló Mbalula a la prensa este jueves.

En una primera versión de su informe la FIFA, basándose en una investigación de la justicia estadounidense, acusó a Sudáfrica de haber pagado 10 millones de dólares en sobornos, incluyendo al polémico ex vicepresidente de la federación internacional Jack Warner, para la obtención de la cita planetaria.

Horas después publicó una aclaración, explicando que el gobierno del fútbol mundial no pretendía vincular a Sudáfrica con la corrupción para obtener su Copa del Mundo, la primera que se celebró en suelo africano.

“El acta de acusación estadounidense, sobre el que la FIFA ha apoyado su solicitud de restitución, únicamente acusa a algunos individuos de comportamientos criminales”, señaló el segundo comunicado.

El ministro sudafricano de Deportes adoptó un tono muy duro contra la FIFA: “Sudáfrica considera una afrenta el hecho de reducir uno de sus más bellos logros a una simple caricatura, una incubadora de corrupción”.

Según la versión siempre defendida por Sudáfrica, una suma de 10 millones de dólares fue donada para el desarrollo del fútbol en la diáspora africana en el Caribe, transacción que fue aprobada por la FIFA.

La FIFA considera que el antiguo presidente de la Confederación de América del Norte y Caribe (Concacaf) Jack Warner malversó esta cantidad.

“La insinuación de la FIFA de una relación ilícita entre Sudáfrica y Warner es despreciable”, añadió Mbalula.