El gobierno boliviano dio un nuevo giro al caso de un hijo entre el presidente Evo Morales y su ex pareja Gabriela Zapata, al señalar, basado en un informe fiscal, que el niño nunca existió y que el mandatario fue engañado.

“No ha existido hijo, el certificado de nacimiento que le presentaron al (presidente) Evo había sido falso”, afirmó el vicepresidente Alvaro García, basado en un primer informe de la Fiscalía. “Engañaron al presidente Evo, mintió Zapata a Evo”.

Según el Ministerio Público, la mujer nunca estuvo en el hospital de maternidad que ella declaró como lugar de nacimiento y que está registrado en el certificado de maternidad que mostró, en la que figuraba el mandatario como padre. El documento, según la Fiscalía, fue fraguado.

Lo que comenzó con la revelación del periodista boliviano Carlos Valverde, a principios de febrero, se convirtió pronto en una telenovela, con condimentos políticos, legales y morales y cuyo fin no se avizora.

Influencia y beneficios de empresas chinas

Cuando estalló el escándalo, Zapata era gerente comercial de la empresa china CAMC, que en el gobierno de Morales se adjudicó contratos por diferentes obras por unos 560 millones de dólares. Esto provocó que la oposición llegara a la conclusión de que en ese trámite había signos de “tráfico de influencias”.

Además se confirmó, en la voz del mismo Morales, un hecho que era desconocido por todos los bolivianos: él y Zapata tuvieron un hijo que según el gobernante falleció al poco de nacer.

“A Gabriela Zapata la conocí en 2005, era mi pareja en 2007, tuvimos un bebé y lamentablemente, nuestra mala suerte, ha fallecido. Tuvimos algunos problemas y a partir de ese momento nos distanciamos”, afirmó el mismo gobernante en su primera reacción tras la revelación de Valverde.

Pero ahora, el mismo gobierno salió a señalar que el niño nunca existió y que el gobernante, soltero, pero padre de una mujer y un varón, fue engañado.

Entre tanto, un juicio contra Zapata por enriquecimiento ilícito avanza lentamente, así como una investigación en el Congreso sobre los contratos de la firma china CAMC en Bolivia.