Este lunes la aviación de Turquía bombardeó varias posiciones del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak.

Según un comunicado entregado por el Ejército turco, once aviones atacaron 18 posiciones de la guerrilla kurda. Estos bombardeos sucedieron pocas horas después del ataque con coche bomba contra una estación de autobús en pleno centro de Ankara, en el que murieron 37 personas y más de 120 resultaron heridas.

Por otra parte, el primer ministro turco, el islamista Ahmet Davutoglu, suspendió un viaje oficial a Jordania a causa del atentado. En un comunicado, en el que anuncia la suspensión de su viaje, el jefe de Gobierno destaca que este “odioso ataque ha atacado a toda Turquía, su paz, unidad y democracia”.

Y agregó además que “en base a los primeros datos que disponemos, los hallazgos del lugar del ataque y el análisis de inteligencia tenemos información concreta sobre la organización terrorista que cometió este malicioso ataque”.

Ya son 37 las víctimas del atentado

El ministro turco de Sanidad, Mehmet Muezzinoglu, actualizó el número de víctimas, que subió de 34 a 37, y entre ellos se encuentra al menos un terrorista suicida.

La céntrica plaza Kizilay y el adyacente bulevar Atatürk siguen cerrados al tráfico para facilitar los peritajes correspondientes. Según los investigadores, el ataque fue perpetrado con un vehículo blanco de la marca BMW que explotó al pasar por una parada de autobús.

El auto había sido robado en el sur del país y trasladado en los últimos días a la capital, indicaron fuentes de seguridad citadas por la prensa local. Entre los muertos del ataque hay un policía, mientras que entre los heridos hay siete agentes de las fuerzas de seguridad.

Cabe destacar que el atentado sucedió a pocos cientos de metros de la oficina del primer ministro, muy cerca de varios ministerios y del propio Parlamento de Turquía.