El corto Historia de un Oso ha generado gran interés en el público, luego de ganar el primer Óscar a una producción chilena.

Su atención es tal, que ya se han observado en redes sociales ventas pirata del corto tanto en Bolivia como en Perú, situación que no ha pasado desapercibida para sus creadores.

Patricio Escala, productor del corto, comentó al diario La Cuarta que si bien “no molesta” el pirateo, sí les genera inquietud la libertad que muchas personas se han tomado en hacerlo.

“No nos molesta, pero hay dos temas al respecto. Por un lado esto demuestra que el cortrometraje logró una masificación que lo hace interesante para llegar a ser pirateado, lo que para nosotros también es un logro”, cuenta Escala.

Si bien miran con buenos ojos el gran interés, no es mentira que también hay un perjuicio. “Latinoamérica, en general, no tiene resguardo a los derechos de autor” asegura, colocando como ejemplo lo visto en los últimos días.

“Muchas universidades y escuelas mostraron el corto esta semana sin pedir autorización o preguntar si había un valor económico para poder mostrarlo”, añade.

“En este tema hay es con el que hay crear conciencia porque, finalmente, la monetización del cortometraje es lo que nos permite a nosotros como empresa poder hacer nuevos proyectos”, detalla.

A pesar de lo anterior, devela que igual hubo buenos gestos de personas que compraron legalmente la producción. “Mucha gente en Chile, a pesar de que el corto fue subido ilegalmente a YouTube, nos escribió para decirnos que lo habían comprado en iTunes o en alguna plataforma donde está a la venta, para apoyarnos”.

“Eso necesitamos como realizadores”, concluye.