Marco Enríquez-Ominami se defendió este domingo de los cuestionamientos, tras el reportaje que reveló que usó un jet privado durante su campaña presidencial y que habría sido facilitado por una constructora vinculada al escándalo de corrupción en Brasil.

A través de una declaración en su página en Facebook, ME-O acusó mala fe por la publicación, pese a que evitó mencionar la polémica o simplemente confirmar si usó el taxi aéreo y cómo lo financió.

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“Cuando una noticia falsa, un rumor o una frase sacada de contexto aparece en la prensa, es derecho del aludido de comunicarse con el medio en cuestión para solicitar una rectificación. Cuando esto sucede dos veces en un corto plazo uno puede pensar que hay desprolijidad. A la tercera quizás es coincidencia, mala suerte. Pero a la quinta o a la décima cuesta asumir que no hay mala fe”, señaló.

En ese sentido, y tras enumerar una serie de publicaciones de prensa polémicas, reclamó respecto a que “la lista suma y sigue y, cuando la imaginación parece llegar a un límite, los quioscos amanecen con otra portada surrealista”. En ese sentido, agregó que “la lista es más larga”, aludiendo a los parlamentarios e incluso al ex presidente Piñera, por sus vínculos con SQM.

“La historia se repite. Chile vive un momento similar al de hace más de 7 años, cuando dos fuerzas desgastadas hicieron todo lo posible por tapar el sol al progresismo”, fustigó.

“Han anunciado tantas veces mi muerte política que ya va quedando claro que son ellos los que quieren matarme. Pero mientras más me disparan, más fuerzas gana el progresismo y más gente se suma a este esfuerzo por terminar con el duopolio”, añadió.