Telefónica anunció esta semana el despliegue de un nuevo cable submarino que conectará Río de Janeiro y Fortaleza (Brasil) con San Juan de Puerto Rico y Virginia Beach (EE.UU.).

Se trata de Brusa, un gigantesco cable de casi 11.000 km de longitud, que se sumará a los actuales SAm 1 y PCCS (Pacific Caribbean Cable System) que ya posee la firma español en América.

El objetivo es que su instalación permita proporcionar una capacidad de transmisión ultrarrápida, incrementar la conectividad de extremo a extremo y la disponibilidad de servicios de banda ancha ultrarrápidos.

Telefónica

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Pero en definitiva, ¿cómo lo verán reflejado los usuarios en sus servicios? Los usuarios notarán una mejora en la fiabilidad de las comunicaciones y proveerá una mayor resiliencia mediante el aumento del número de puntos de acceso en Estados Unidos.

Según explicaron desde Movistar Chile, los costos podrían ser abaratados, pero como resultado indirecto de la posibilidad que entregará el cable de acceder de mejor manera a contenidos internacionales.

Asimismo, habrá mayor facilidad de acceso, respaldos y menores congestiones, lo que en definitiva se trata de un aumento y eficiencia de su velocidad de conexión residencial.

Cabe destacar que Telefonica no sólo sirve a Movistar en Chile, sino también a otras compañías que buscan reforzar su oferta y servicio comercial.

Esta mejora sin embargo podrá notarse en 2018, fecha estipulada para la puesta en servicio de Brusa.