Once casos de feminicidios consumados y otros veinte que han sido frustrados. Esos son los números que demuestran solo en estos primeros tres meses del año que la violencia de género contra las mujeres es una realidad más que presente en el país y, peor aún, que no habido avance alguno en la prevención de estos delitos.

Y somos tajantes en asegurar que esta situación no ha sido ni se ve auspiciosa, porque solo debimos consultar la estadísticas que son de acceso público en el sitio web del Servicio Nacional de la Mujer para corroborar que desde el año 2010 la tasa de feminicidios está lejos de bajar, porque se mantiene, en promedio, en la causa de muerte de 40 mujeres por año.

Si bien, es verdad que cada caso tiene una historia particular detrás, en la gran mayoría hay antecedentes de violencia intrafamiliar, de discusiones, ataques verbales y físicos contra quien resulta ser la víctima.

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Sigue muy presente el caso de la mujer de 21 años, colombiana, que fue asesinada por su pareja. No contento con ello, el sujeto quiso deshacerse del cuerpo descuartizándolo y dejando sus restos en el río Mapocho.

O en una panorámica general, desde el pasado jueves hasta hoy, en tan sólo una semana, han sido siete los casos de feminicidio. En 3 de ellos el responsable se suicidó, en otros 3 habían antecedentes de violencia intrafamiliar y en 2 el femicida fue detenido.

Situación que no ha pasado desapercibida en el Servicio Nacional de la Mujer, donde la ministra Claudia Pascual, convocó a Carabineros y Policía de Investigaciones para analizar estos casos y coordinar acciones en pos de la prevención y protección.

Tras lo ocurrido con una mujer colombiana, quien fue asesinada y descuartizada por su pareja, el hecho derivó en un polémico titular del diario La Cuarta, el cual que decía que el “amor y los celos” habrían provocado el crimen, juicio que molestó a la ministra Pascual, quien enfatizó que no hay justificativos y que estamos hablando de un problema cultural.

Pero surgen las interrogantes respecto a qué se está haciendo para evitar nuevos casos de feminicidios. Sí, sabemos que el llamado principal es a denunciar la violencia intrafamiliar, que pueden haber medidas de restricción contra el agresor, pero, ante el promedio de 40 mujeres asesinadas por año ¿qué ocurre? ¿Qué está fallando? Preguntas a las que la ministra del Sernam respondió y entregó su visión sobre el problema.

Se puede trabajar con el agresor, pero aquello no garantiza más o peores episodios de violencia. Pero, ¿qué tan efectivas son las medidas de protección? Esto recordando que el pasado martes, en Paredones, una mujer de 47 años fue asesinada por su esposo el mismo día que ella interpuso una denuncia contra su cónyuge por violencia intrafamiliar.

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Desde Carabineros la jefe de Protección y Prevención de la Familia, general Marcia Raimann, reafirmó el llamado a denunciar oportunamente las agresiones.

Y por primera vez efectivos de la Policía de Investigaciones formarán parte de los “circuitos regionales de femicidios”, donde se analiza y hace un seguimiento de los casos consumados y de riesgo alto de ser víctimas. El jefe nacional de Delitos contra los Derechos Humanos, prefecto Sergio Claramunt, desestimó una mayor alevosía de los femicidas y también apuntó su llamado al resguardo personal de las mujeres.

Pero el pasar la responsabilidad a quienes son víctimas molestó en la Agrupación de Mujeres por la Memoría y la Vida.

Para entender el problemas que se enfrenta, en 2010 se registraron 49 feminicidios, en 2011: 40, en 2012: 34, en 2013 y 2014: 40, en 2015: 45.

Hay un plan en curso de las autoridades y las policías destinado a reducir estos números rojos, pero evidentemente en los últimos seis años no ha dado resultado.