El gobierno sirio aceptó acudir a Ginebra donde se celebrarán negociaciones indirectas para tratar de poner fin a cinco años de guerra, y luego de diez días de una inédita tregua.

“La delegación oficial recibió el domingo una invitación de la ONU invitándola el 14 de marzo a Ginebra para participar en las negociaciones”, dijo a la AFP en Damasco una fuente cercana a la delegación gubernamental.

Del lado de la oposición, reinaba la confusión tras el anuncio por un portavoz que acudiría a Ginebra el viernes, antes de que el coordinador general de Alto Comité de Negociaciones (ACN) precisara que la decisión sería tomada “en los próximos días”.

“El Alto Comité de Negociaciones (ACN) acepta ir a Ginebra. Está previsto que la delegación llegue el viernes”, había afirmado originalmente Riad Naassan Agha, un portavoz del ACN que reúne a los grupos más importantes de la rebelión y oposición sirias.

Pero horas más tarde el coordinador general de ACN Riad Hijab afirmó en entrevista telefónica con la prensa que el “ACN evaluará la situación en los próximos días y tomará la decisión adecuada”.

Las negociaciones, previstas a fines de semana bajo la égida de la ONU, serán las primeras desde la entrada en vigor el 27 de febrero del acuerdo para un cese de hostilidades suscrito entre Estados Unidos y Rusia.

La tregua se mantiene

En los últimos días, la oposición había expresado cierta reserva a participar en las negociaciones debido, según aducían sus portavoces, a la falta de avances en la ayuda humanitaria y a violaciones de la tregua por parte del régimen.

“Hemos notado una neta disminución de las violaciones del alto el fuego en los últimos días y un avance en lo que respecta a la ayuda humanitaria”, en particular a las ciudades sitiadas, precisó Riad Naassan Agha.

“Constatamos que hay presiones internacionales sobre todas las partes, en particular sobre Rusia y el régimen, para respetar la tregua”, dijo el portavoz.

“El esfuerzo no es quizás completo pero es real y esperamos que siga en los próximos días”, agregó.

Incluso Moscú anunció el lunes que la tregua se mantiene “de forma general” al margen de “provocaciones y bombardeos aislados”, pero dijo que su aviación seguiría bombardeando al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y al Frente Al Nusra, excluidos ambos del acuerdo.

‘Jornada tranquila’

El domingo fue una jornada excepcionalmente tranquila, con pocos bombardeos y combates, en las zonas incluidas por el acuerdo de tregua ruso-estadounidense.

“El domingo fue la jornada más tranquila desde la entrada en vigor del alto el fuego” indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio sirio de Derechos Humanos OSDH), ONG que tiene una amplia red de fuentes en todo el país.

El Frente Al Nusra, rama local de Al Qaida excluida del acuerdo, así como rebeldes dispararon cohetes contra fuerzas kurdas en un barrio del norte de Alepo, causando nueve muertos, según el OSDH.

Desde las primeras negociaciones, que fracasaron en 2014, el principal obstáculo sigue siendo el destino del presidente Bashar Al Asad, que rehusa dejar el poder pese a cinco años de guerra que han provocado más de 270.000 muertos y millones de refugiados y desplazados.

De Mistura recordó que el “orden del día del proceso es claro: primero, negociaciones con vistas a un nuevo gobierno, segundo, una nueva Constitución y tercero, elecciones parlamentarias y presidenciales en un plazo de 18 meses”.

Hace algunos días, dijo que le corresponde a los propios sirios decidir sobre el futuro del jefe de Estado, en el poder desde 2000.