Terminaba el primer tiempo del encuentro que disputaban Peñarol y Huracan por Copa Libertadores, cuando el arquero de los locales, Gastón Guruceaga, abandonó su portería para atender al delantero argentino Ezequiel Miralles que estaba en el suelo. En ese momento, un remate de larga distancia que fue a parar a las redes tuvo que ser invalidado por el juez del partido para respetar el ‘juego limpio’.

Fue en el minuto 41 cuando se produjo la jugada que enmudeció al Centenario de Montevideo, por unos segundos. Guruceaga al percatarse de las intenciones del rival abrió los brazos para manifestar su queja ante el juez central, el mexicano César Ramos, quien ya había anulado con un pitazo el remate del jugador.

La decisión del árbitro fue para respetar el ‘fair play’ de Guruceaga, sin embargo la parcialidad de huracán no entendía por qué se invalidaba el tanto. No tenían culpa los del ‘Globo’ que el arquero de Peñarol descuidara así su portería.

¿Avivada o conducta indebida?